La Ciudad de México (CDMX) se transformó en el epicentro del automovilismo eléctrico con el Gran Premio de la Fórmula E 2025, celebrado en el icónico Autódromo Hermanos Rodríguez, donde la empresa nipona Nissan obtuvo de manera contundente el triunfo.
Bajo un cielo que amenazaba con lluvia, pero que no logró empañar el espectáculo, miles de aficionados se congregaron para ser testigos de una carrera que hizo vibrar tanto la pista como las gradas.
Un triunfo inesperado y un cierre de infarto
La gloria fue para el piloto británico Oliver Rowland, quien, en una actuación magistral, se alzó con el primer lugar representando al equipo Nissan.
La victoria de Rowland fue una oda a la estrategia y la paciencia: partiendo desde la sexta posición, escaló con precisión hasta dominar las últimas cinco vueltas.
Su triunfo no solo consolidó su lugar en la élite de la Fórmula E, sino que también marcó un hito para la escudería Nissan, que celebra este logro como una muestra de su innovación en electromovilidad.
En el podio lo acompañaron Antonio Félix da Costa y Pascal Wehrlein, ambos del equipo Porsche, quienes ofrecieron una feroz competencia en las últimas vueltas, regalando al público momentos de pura adrenalina.
La emoción dentro y fuera de la pista
Desde tempranas horas, el Autódromo Hermanos Rodríguez fue un hervidero de emociones.
Las pruebas de equipos como McLaren, Jaguar, Andretti y Mahindra electrificaron el ambiente, mientras el público mexicano mostró una especial conexión con la escudería Nissan, vitoreando cada maniobra de sus pilotos con pasión desbordante.
Rodrigo Centeno, director general de Nissan Mexicana, destacó que este triunfo no es solo de Rowland, sino de toda la ingeniería detrás del equipo:
“Esto es resultado de la dedicación de nuestros ingenieros, muchos de ellos mexicanos, que han llevado nuestra tecnología de electromovilidad a la vanguardia”.
El futuro es eléctrico y México lo sabe
La Fórmula E no solo es un espectáculo deportivo; es también una plataforma para el desarrollo de tecnología sostenible.
Los monoplazas, capaces de alcanzar velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, simbolizan el futuro de la movilidad.
En este contexto, México se consolida como un actor clave, con una robusta industria automotriz y un talento nacional que brilla tanto en las pistas como en los laboratorios.
Un cierre perfecto para la CDMX
El Autódromo Hermanos Rodríguez, con su emblemática sección del Estadio GNP, fue escenario no solo de una carrera inolvidable, sino también de una fiesta de innovación, sostenibilidad y deporte.
Las ovaciones no cesaron hasta el último segundo, dejando claro que la afición mexicana tiene un lugar especial en el corazón de la Fórmula E.
Mientras las luces se apagaban en la pista, los equipos ya miran hacia su próximo desafío: la carrera en Arabia Saudita, programada para el 14 de febrero.
Pero en la memoria de los aficionados quedará grabada esta jornada histórica, donde la pasión por la velocidad y el orgullo mexicano electrificaron la capital.
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