En ocasiones el camino del éxito lleva a los soñadores hasta sitios que ponen a prueba su creatividad y capacidad de adaptación; a veces el nuevo territorio es testigo de cómo se alcanzan las metas y surgen nuevas. Rosa Martha Casas Soto es una emprendedora de alto nivel, originaria de Zacatecas, que ha desempeñado su trayectoria laboral más cerca del calor marítimo, que de las frías cumbres del estado.
Si bien Rosa Martha cree que el éxito es algo posible para todos, porque los talentos son inherentes a nuestra naturaleza, ella ha alcanzado todo lo que se ha propuesto con base en esfuerzo. Actualmente está al frente, junto a su esposo, del famoso restaurante Tuna Blanca y el inigualable Café des Artistes, además de contar con su propia línea de joyería llamada Rose-Thierry.
La preparación profesional que recibió está ampliamente ligada a su perfil, pues estudió la Licenciatura en Administración de Empresas, además de Psicología Aplicada, “para el éxito del ser humano”. Inspirada por las ansias de añadir a su vida nuevas experiencias y descubrirse a sí misma poniendo a prueba sus talentos, trascendió su lugar de origen.
“Me encantan los retos y para mí han sido oportunidades para crecer, para madurar, para sentir y ver la vida diferente, desde un ángulo muy positivo, ya que todas las experiencias vividas nos hacen crecer”, comentó.
Emprendimiento trilateral
Como se ha dicho, la trayectoria laboral de Rosa Martha se ha afianzado cerca del mar, en la costa Pacífico de México; pues sus tres proyectos se asientan a lo largo de ésta:
Tuna Blanca es uno de los 10 restaurantes más elegantes de México. Se encuentra establecido en Punta de Mita, en la Riviera Nayarit, es “lugar mágico, un espacio lleno de luz y alegría, en el que cada cliente tiene la oportunidad de sentirse único a través del ambiente y sabores que experimenta”. Aun cuando el famoso chef Thierry Blouet, su esposo, creó el concepto, integró las memorias de la infancia de ella para complementar la esencia del lugar.
“Juntos descubrimos el nombre, ya que cuando era niña mis padres me llevaban a probar tunas zacatecanas, fruta que me encanta. Mis favoritas eran las tunas de cáscara verde, que cuando las abrían se veía su verdadero color, el blanco. Así que Tuna Blanca se llama así, en recuerdo a aquellas tardes”, explicó.
Respecto a Café Des Artistes, recibe la brisa marítima desde dos frentes, en Puerto Vallarta y los Cabos. El concepto surgió hace 30 años, en la mente de Thierry y ha logrado mantenerse hasta ahora gracias a la calidad en su servicio, excelente experiencia gastronómica y distinguidas catas de vinos.
El amor entre Rosa y Thierry se ve cristalizado a partir de la línea de «joyería gourmet» Rose-Thierry, donde la creatividad de ambos se comparte con un tercero y deleita en todos los sentidos. Hay una boutique en cada restaurante, ofreciendo piezas inspiradas en los platillos que crea el chef. Los elementos que las componen van de las perlas a la chaquira, de los cristales a las piedras preciosas.
“Todos mis diseños son hechos a mano dentro de mi taller. Una de mis piezas favoritas es el collar «Ensalada de col», que lleva perlas y cristales entrelazados. Cada día voy descubriendo y estudiando los diferentes materiales y junto con la imaginación lo que puede llevar a obtener piezas únicas”, precisó.
Sobre la responsabilidad del éxito
Para Rosa estar fuera de su tierra implica llevar todo lo que distingue al estado y hacer que impacte en la vida de los demás. Al reconocer que sobresale en su área está consciente de la responsabilidad que implica mantenerse vigente en ambos sitios. Considera que es un honor llevar a Zacatecas en el interior y expresa abiertamente su amor al sitio que la vio crecer.
Conservar el ímpetu creador se debe en gran medida a su capacidad de asirse de sus orígenes, pero aceptar nuevas visiones; en amar cada aspecto de su vida y creer que siempre es posible mejorar. Rosa Martha reconoce sus virtudes a partir de la interacción con sus seres queridos, un factor predominante en su vida.
“Tengo varias fortalezas que han sido mi soporte a la hora de emprender. Una de ellas es mi mamá, Martha, quien me enseñó a perdonarme y a creer en mí. Mi esposo Thierry Blouet, el amor de mi vida. Mis hijos, lo más lindo que me ha pasado y, claro, mis amigos del alma”, finalizó.
