La Caja del Agua, uno de los símbolos que más distinguen a la capital potosina, será restaurado, según informó Rocío Zavala García, directora de la Unidad de Gestión del Centro Histórico de San Luis Potosí, quien mencionó que se aprovechará la poca afluencia de personas y turistas, debido a la actual contingencia sanitaria, para llevar a cabo esta obra de recuperación patrimonial.
Esta estructura circular de estilo neoclásico, data desde el año de 1828, pues recibía el agua que bajaba de la Cañada del Lobo mediante un largo acueducto con fuentes intermedias. En este lugar se abastecieron de agua los potosinos durante el siglo XX, cuando la ciudad empezó a crecer.
Sus autores son el pintor José Guerrero Solachi y el ejecutor Juan N. Sanabria, quienes la elaboraron y diseñaron con cantera y azulejos que, de forma piramidal, rematan en una piña de piedra.
Ubicada en la calzada de Guadalupe, una de las calles más conocidas y transitadas, fue inaugurada en 1835 por IIdefonso Díaz de León, primer Gobernador Constitucional de San Luis Potosí.
Este monumento es orgullo de las y los potosinos, por su belleza y permanencia. En días lluviosos, guarda el agua y la expulsa por sus costados hacia los contenedores.
El proyecto de restauración de la Caja de Agua forma parte de las acciones que se implementarán para la preservación, mantenimiento, rehabilitación, restauración y conservación del valor histórico de San Luis Potosí como patrimonio de la humanidad.
Rocío Zavala indicó que otro de los proyectos en puerta es la restauración a la fuente del Jardín de San Francisco, la cual también goza de valor histórico. Asimismo se realizarán acciones de mantenimiento al patrimonio que comprenderán distintos puntos del centro histórico de la ciudad.
Se calcula que el monto total del proyecto de restauración a la Caja de Agua será de 417 mil 700 pesos, de los cuales alrededor de 290 mil pesos serán proporcionados por el Programa de Apoyo a las Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial (ACMPM), al cual acaba de ingresar la ciudad de SLP como beneficiaria.
Este programa del Gobierno Federal fue creado para conservar y preservar las características que le permitieron a varias ciudades mexicanas obtener la Declaratoria de Patrimonio Mundial, a través de la implementación de prácticas de rehabilitación, restauración y conservación de su valor histórico.