Por: Fernando Granados
En México, el panorama nacional está marcado por retos complejos que difícilmente encontrarán solución a corto plazo, como las presiones comerciales de Estados Unidos, los conflictos migratorios y la violencia que persiste en gran parte del territorio. En este contexto, es fundamental reconocer la importancia de los gobiernos municipales en la resolución de problemas locales que afectan directamente la vida cotidiana de las personas y en los que se pueden lograr resultados aún en momentos de incertidumbre.
Los municipios tienen la responsabilidad de proveer servicios esenciales como agua, saneamiento, alumbrado, recolección de residuos, mantenimiento de vialidades y parques, entre otros. Una buena o mala gestión de esos servicios repercute de manera inmediata en la calidad de vida de la población. La calidad de la gestión de los alcaldes, por tanto, es fundamental para atender las demandas locales. Pero ¿qué se requiere para realizar una gestión eficaz?
Diversas organizaciones internacionales especializadas en la gestión municipal coinciden en que, además de conformar equipos técnicos competentes, diseñar políticas públicas efectivas e invertir de manera inteligente en las prioridades reales de cada localidad, existen capacidades específicas que distinguen a los alcaldes más exitosos, como las siguientes.
Entender los retos de manera multidimensional
Los alcaldes que obtienen buenos resultados comprenden la lógica multidimensional de los retos existentes en los territorios que gobiernan. Es decir, entienden las interrelaciones y las implicaciones económicas, sociales, ambientales, etcétera, entre los sectores en los que un gobierno municipal puede incidir. Esto les permite desarrollar soluciones integrales a partir de las cuales pueden movilizar apoyos y recursos de manera más efectiva.
Por ejemplo, la construcción de infraestructura peatonal y ciclista no solo mejora la calidad del aire al reducir las emisiones contaminantes, sino que también fomenta la actividad física, lo que tiene beneficios directos para la salud pública, y contribuye a disminuir el tráfico vehicular, lo que, a su vez, incrementa la productividad laboral al reducir el tiempo perdido en traslados. Así, promover la movilidad peatonal y ciclista no sólo genera beneficios de movilidad sino también de carácter ambiental, social y económico.
Esta visión integral permite a los alcaldes coordinar esfuerzos con distintos niveles y sectores de gobierno —como obra pública, salud y desarrollo económico para el ejemplo anterior—, además de presentar sus propuestas a la ciudadanía de forma clara y con un cierto sentido de urgencia, lo que facilita su aceptación y ejecución.
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Crear sinergias para abordar problemáticas complejas
Los alcaldes eficaces saben crear sinergias con actores clave de los sectores público, privado y social. Esta capacidad les permite construir una agenda común, consensuar prioridades y sumar esfuerzos para abordar problemáticas complejas. Una estrecha coordinación con el gobierno estatal, por ejemplo, puede traducirse en mejores resultados en cuestiones tan importantes como la seguridad pública o la rehabilitación de la infraestructura urbana.
Asimismo, la colaboración con el sector privado para la prestación de servicios públicos, como el suministro de agua potable o la recolección de residuos sólidos, puede elevar la eficiencia en la prestación de estos servicios. Y trabajar de manera conjunta con otros municipios para ofrecer servicios compartidos, especialmente en zonas metropolitanas, permite lograr economías de escala que a su vez ayuden a optimizar el uso de los recursos públicos.
Construir una visión de futuro y lograr resultados en el corto plazo
Los alcaldes exitosos tienen una visión de largo plazo, pero al mismo tiempo son capaces de generar resultados concretos en el corto plazo. Es decir, toman decisiones considerando los efectos futuros de las políticas públicas, pues algunas decisiones pueden generar consecuencias negativas que sólo se evidencian a largo plazo.
Por ejemplo, en materia de movilidad, la construcción de un paso a desnivel puede percibirse como una solución inmediata al tráfico vehicular, pero la experiencia internacional demuestra que esta infraestructura incentiva un mayor uso del automóvil, lo que, con el tiempo, genera una mayor congestión vial.
Asimismo, esos alcaldes proveen resultados tangibles en el plazo inmediato sin perder de vista la visión de futuro que buscan realizar, lo que les permite mantener el respaldo ciudadano y fortalecer la legitimidad y credibilidad de su administración.
En resumen, frente al complejo panorama nacional, los presidentes municipales deben evitar ocurrencias e improvisaciones y actuar con responsabilidad y visión estratégica. El éxito o fracaso de sus administraciones y el desarrollo de sus comunidades depende, en parte, de su capacidad para ejercer un gobierno profesional, competente y orientado a resultados.
fernando.granados@alumni.harvard.edu | @fgranadosfranco