Maestro por convicción y vocación es Ulises Reyes Esparza: un aguascalentense de 32 años cuya trayectoria profesional ha sido coronada con su arribo a la dirección general del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), donde previamente se desempeñó como director del Servicio Profesional Docente y director de Carrera del Magisterio en la actual administración estatal.
La docencia siempre ha estado presente en su vida, puesto que varios integrantes de su núcleo familiar son maestros o realizan labores en el sistema educativo. De ahí que haya decidido estudiar la licenciatura en Educación Secundaria con Especialidad en Historia en la Escuela Normal Superior Federal de Aguascalientes “Profesor José Santos Valdés”. Posteriormente cursó la maestría en Educación en la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID).
“Creo que el magisterio es un sector donde se pueden tomar decisiones en beneficio de la sociedad”, señala el funcionario. Narra -con mucho orgullo- que ganó su plaza como maestro en un concurso de oposición, y también por esa vía se convirtió en asesor técnico pedagógico.
Reyes Esparza reconoce los desafíos que han entrañado sus puestos previos en el IEA, y el reto aún mayor de ahora encabezarlo. Pero, para él, representa una oportunidad de servir, con la claridad de que cuando concluya su gestión regresará a su labor frente a grupo a nivel secundaria.
Por eso está muy consciente de la importancia que tienen las decisiones que tomará desde el puesto que hoy ostenta. Sobre todo, considerando los preparativos que ya se realizan para un inminente regreso a clases presenciales.
De acuerdo con los datos que poseen, en el estado hay alrededor de 40 mil estudiantes de educación básica que tienen una “conexión intermitente”; es decir, que se conectan pocas veces a la semana (por diversas circunstancias). Por tanto, resulta insostenible pasar más tiempo lejos de las aulas.
“Decir que todos están aprendiendo y que tienen computadoras sería negar la realidad (…) El modelo se está agotando en virtud de que los alumnos se están desanimando, los papás se están cansando, e incluso la parte económica no está ayudando (…) Vamos a ser muy responsables. No hacemos cálculos políticos ni mucho menos. Nos importa la salud, pero también la educación”, remarca.
En este sentido, Reyes Esparza subraya que el retorno, para el cual no hay una fecha definida, sería responsable y escalonado, pero siempre con el respaldo de los actores involucrados: sindicato de maestros, padres de familia, e incluso con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y dependencias estatales que trabajan en beneficio de la niñez y la juventud. Además, se ha solicitado el apoyo de la industria porque saben que han implementado de manera exitosa las medidas sanitarias.
“Estar listos no significa empezar mañana o pasado mañana. Estar listos significa que no estamos cruzados de brazos. Nos estamos preparando y ya levantamos la mano para decirle a la federación que requerimos 35 mil vacunas para nuestro sector educativo”, reitera.
Agrega que en materia educativa es probable que los efectos de la “huella pandémica” se verán hasta dentro de unos años. Sin embargo, la problemática que enfrentamos también nos deja enseñanzas que llevan a repensar la educación. Hoy, más que nunca, se hace visible la importancia de hacer equipo con los maestros y padres de familia.