Icono del sitio Líder Empresarial

Renacer en tiempo de crisis: Los líderes después de la pandemia (Parte 2)

Por Antonio Martín del Campo, Chairman 02X y Venture Studio

“Si todo parece estar bajo control, no vas lo suficientemente rápido”.
Mario Andretti

La pandemia del COVID-19 está causando altos y crecientes costos humanos en todo el mundo, y las medidas de protección necesarias están impactando severamente la actividad económica. Como resultado de la pandemia, se prevé que la economía mundial se contraiga bruscamente en -3% en 2020, mucho peor que durante la crisis financiera de 2008-2009. En México, por otro lado y según JP Morgan, terminaremos este 2020 una contracción del PIB de -8.4% y a falta de estímulos reales y sobre todo confianza para la inversion, los próximos meses se vislumbran muy complicados en el entorno empresarial.

El origen de gran parte del problema, la pandemia de COVID-19, desde su descubrimiento, ha estado envuelto en la polémica, hay quienes argumentan que es un “cisne negro” económico que está llevando al mundo hacia un colapso económico de proporciones épicas, otros piensan que una situación de este tipo era totalmente previsible y que se pudieron tomar medidas muy diferentes no sólo para mitigarla sino para controlarla desde el origen.

En los próximos años los líderes sociales, políticos y económicos, sin duda, tendrán mucho que explicar sobre los sucesos históricos que hoy estamos viviendo, y los empresarios y emprendedores no estamos ajenos a estos juicios.

Adentrándonos a la teoría del “cisne negro” elaborada por el ensayista libanés Nassim Nicholas Taleb, una suerte de clásico instantáneo desde el momento de su publicación y que según wikipedia la define como “Un suceso sorpresivo para el observador, de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable, y dando impresión de que se esperaba que ocurriera)”.

Ejemplos de “cisnes negros” son el inicio de la Primera Guerra Mundial, la invención de la computadora personal o los eventos del 9/11. En este orden de ideas también se ha intentado identificar a la pandemia del coronavirus como un “cisne negro”, pero el propio autor de esta tesis lo ha rechazado al considerar que no cumple con los requisitos de su teoría. Otros analistas no califican a la pandemia por coronavirus como “cisne negro” sino como “rinoceronte gris” porque era un evento predecible.

“Cisne negro” o “rinoceronte gris”, la realidad es que en este periodo de tiempo que nos está tocando vivir todos estamos llamados a liderear, a estar a la altura de las circunstancias, en el fondo la teoría del “cisne negro” no es una base para tratar de predecir sucesos, sino para construir resiliencia frente a las actitudes negativas que se producen y poder aprovechar las positivas.

Una de las lecciones críticas de la pandemia es cuán importante puede hacer un buen liderazgo en cualquier organización social, política y mucho más en una empresa.

La verdad, sea dicha, es que en tiempos normales y predecibles el liderazgo no es tan crítico; la calidad de las organizaciones, sus estructuras de gobernanza y profesionalización, además de su institucionalidad, soportan casi cualquier cosa. Los líderes son más simbólicos que prácticos; en la mayoría de los casos son figuras decorativas que llenan fotos en eventos de ocasión, pero en realidad no hacen diferencia más allá de formar parte de una anécdota de tiempos pasados.

Pero en una crisis todo cambia, en estas circunstancias un liderazgo fuerte es crucial. Quien tiene el mando hace la diferencia, un líder que sepa y disfrute navegar en aguas turbulentas es el principal activo de una organización, un liderazgo que provenga de la misma fuente de la misión del emprendimiento y que sepa cómo reaccionar en momentos adversos que sin duda vendrán.

Liderazgo no representatividad, es el nombre del juego en las próximas semanas. Autenticidad y experiencia para salir airosos de lo que se viene. En este punto, muchas personas se están centrando en volver al trabajo y darle la vuelta a la página. Estamos en rápida evolución, y las cosas ciertamente se trasforman más rápido que nunca, ahora es el momento de pensar profundamente, de reflexionar y hacernos las preguntas correctas, de acercarnos a los expertos y actuar como líderes de nuestra generación.

Y es que en los próximos años empleados, ciudadanos y hasta nuestros hijos preguntarán quiénes fueron aquellas personas que les tocaron estar al mando de tal o cual organización, cómo estos personajes reaccionaron ante el entorno y qué resultado obtuvieron, si evolucionaron para convertirse en un “rinoceronte gris” (un evento o en este caso una organización predecible) o un “microcisne negro”.

¿Seremos la diferencia al final mediante nuestras acciones logrando una disrupción en nuestro entorno o pasaremos sólo como espectadores de esta nueva realidad? Innovemos, evolucionemos y escalemos. Ese es el futuro de los emprendedores, aprovechar los momentos con “rinocerontes grises” o “cisnes negros”.

Salir de la versión móvil