Con sentimientos encontrados de alegría, nostalgia, emociones varias, se llevo a cabo el evento denominado Regreso al Aula de la primera generación de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra.
«Regreso al aula, cuando se rompieron las filas y las conciencias, se rompieron las filas y todos a trabajar en lo suyo, para un estudiante, el estudio es su trabajo inmediato, para los profesores, enseñar con ilusión, pasión y claridad y para los funcionarios, hacer lo suyo, con cariño y profesionalidad. Se rompieron las conciencias: Aguascalientes y la zona despertaba con una nueva oferta de estudios, ambiciosa y factible y para ello, qué mejor que regresar al aula y como entonces, pasar lista de asistencia a aquellos alumnos que creyeron en la idea y que hoy agregan no solamente valor económico al mercado, agregan valor moral, valor familiar, valor social», con estas palabras, José Romo, primer rector de la Universidad Bonaterra evocaba sus inicios, hace XXV años.
El regreso al aula, de la primera generación de lo que ahora es la Universidad Panamericna, Campus Bonaterra, supuso para muchos, como lo hizo ver en su homilía el padre Juan Carlos García, alumno de la primera generación de mercadotecnia, volverse a encontrar, volver a saludarse, platicar, recordar miles de momentos vividos entonces, cuando se mezclaba en ellos una dosis de carestía, pues es de sobra sabido que en los inicios y a decir de todos, solo había tierra, lodo cuando llovía y unos edificios en construcción. Carencia superada por las ganas de aprender, de poder insertarse en el mundo laboral, ayudar.
«Nos encontramos todos aquí reunidos con un gran sentido de pertenencia, estamos en nuestra casa de estudios, en nuestra Universidad Panamericana Campus Bonaterra, para agradecer, para recordar, para felicitar, para disfrutar, para planear, para volver a soñar», comentó José Romo durante su lección magistral.
Caras todas conocidas y las más, sorprendidas de lo que hoy vieron en este campus y que hace cinco lustros ni siquiera imaginaban. Rostros agradecidos porque durante este tiempo la Universidad no se conformó, ha seguido creciendo, primero en alumnos, luego en edificios.