Escrito por Gabriel Santamaría, director general del Colegio Everest
El nuevo coronavirus SARS-CoV2 que causa la epidemia COVID-19, ha representado un gran reto para el personal docente, directivo, padres de familia y especialmente para los alumnos, cada uno desde su trinchera han tenido que reinventarse cotidianamente durante los meses pasados. los avances académicos se lograron en mayor o menor medida, según la capacidad de respuesta que cada institución educativa ofrecía, además de lo anterior la incertidumbre crecía día a día, pues además del reto educativo, nos comenzamos a enfrentar a circunstancias familiares complejas, no poder visitar a nuestros seres queridos, enterarnos de alguno que contrajo el virus y por si fuera poco el comienzo de serias complicaciones económicas.
Los docentes de un día a otro tuvieron que cambiar las clases presenciales por las virtuales, las mamás además de sus actividades personales y laborales, tuvieron que involucrarse en primera persona con la instrucción y el aprendizaje académico de sus hijos, se modificó en gran medida la dinámica al interior de cada familia, en algunos casos incluso generando problemas de ansiedad, ya que los estudiantes según su grado de madurez y desarrollo no lograban comprender el motivo por el que se veían impedidos de la noche a la mañana para realizar sus actividades ordinarias, sumado a la tensión de algunos padres de familia por reconfigurar sus negocios, estableciendo las estrategias para salir delante de todos sus compromisos, ya que además de su familia, llevan sobre sus hombros la responsabilidad de cientos de empleos.
Dentro de pocas semanas comenzaremos un nuevo curso escolar, es prácticamente un hecho que reanudaremos nuevamente con clases virtuales, ya que la estadística mundial y nacional así lo manifiesta, desconocemos el tiempo que permaneceremos en esa modalidad educativa, ciertamente todos deseamos regresar a las clases presenciales, todo dependerá del semáforo sanitario y las condiciones en las que cada institución se encuentre para reanudar la oferta presencial, previa autorización de nuestras autoridades locales.
Después de la experiencia adquirida presentamos algunas ideas que deberán poner en práctica las instituciones educativas, ya que las familias al día de hoy en cierto sentido han comprendido que fue una circunstancia complicada para la que no estábamos preparados, sin embargo a partir del inicio del próximo curso escolar, no deberían existir pretextos que justifiquen fallas en el método de enseñanza-aprendizaje, ya que en gran medida se tendría que notar una mejora en el servicio educativo que se presta a los alumnos.
¿Qué deberían hacer las instituciones educativas?
– Las instituciones deberán adquirir plataformas estables (de preferencia no gratuitas), que permitan a los docentes tener sesiones completas de clase y así poder aclarar las dudas que pudieran surgir cotidianamente.
– La conectividad de los docentes deberá ser de buena calidad, en caso de no tenerla deberían en conjunto con sus directivos establecer los medios necesarios para garantizarla.
– Además de las horas programadas de clases a la semana, debería dejarse un espacio exclusivamente para resolver dudas de los alumnos, ya que la dinámica de la formación a distancia podría generar que se vayan generando rezagos importantes.
– Al inicio de clases a distancia deberían de realizar un diagnóstico para saber como se recibe a los alumnos conforme a su perfil de ingreso al grado, para tener muy clara la estrategia a seguir, de la misma forma una vez que se reanuden las clases presenciales se debería realizar el mismo proceso y realizar un plan que comuniquen a los padres de familia.
¿Qué deberían hacer los padres de familia?
– Establecer rutinas a los hijos para levantarse, tomar sus alimentos, uso de videojuegos, tiempo de lectura, etc.
– Buscar momentos en los que te puedas comunicar personalmente con cada uno de tus hijos, ya que tienen mucho que contarte y guardan algunos miedos que puede ser no has identificado.
– Seguir comprometidos con la educación de sus hijos, no realizar ahorros innecesarios sacrificando la calidad en la educación, evita cambiarlos de colegio, mejor acércate a tu institución educativa y pide apoyo, seguramente sabrán escucharte y tenderte la mano.
¿Qué deberían hacer los alumnos?
– Ponerse la meta de leer mínimo un libro de su interés al mes.
– Realizar actividades deportivas, por lo menos tres veces a la semana.
– Apoyar en alguna tarea del hogar, de acuerdo a su edad, grado de madurez y desarrollo.
– Ponerse un reto para aprender a distancia a tocar algún instrumento musical.
¿Qué deberíamos hacer como sociedad?
– Respetar las medidas de sana distancia propuestas por el gobierno.
– Evitar reuniones innecesarias que impliquen aglomeraciones de personas, ya sea en el plano familiar, social o religioso.
– Si conoces de una familia que la esta pasando muy mal, adóptala y apoya en la medida de tus posibilidades.
– No pensar que el gobierno te va a venir a solucionar tus problemas, cada persona debería buscar sus propias alternativas de solución.