La llegada del frente frío No. 25 a México generará cambios significativos en las condiciones climáticas a partir de este lunes, 27 de enero. De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, este sistema provocará un descenso de temperaturas, ráfagas de viento intensas, lluvias, y en algunas zonas, incluso la caída de nieve y aguanieve. Las condiciones climáticas afectarán principalmente al noroeste, norte y noreste del país. Además provocará lluvias puntuales fuertes en Baja California y posibles heladas en diversas zonas montañosas. Con la interacción de diversos fenómenos meteorológicos, los mexicanos deberán prepararse para una semana de fluctuaciones climáticas extremas.
Frente frío y su impacto en el noroeste y norte de México
Durante esta semana, el frente frío No. 25 se extenderá por el noroeste, norte y noreste del país, provocando un ambiente frío a gélido en zonas montañosas de Baja California, Sonora, Chihuahua y Durango. Las temperaturas mínimas en algunas de estas regiones podrían llegar a alcanzar los -10°C, con posibilidad de heladas en áreas como Zacatecas, San Luis Potosí, y Puebla. En las sierras de Juárez y San Pedro Mártir (Baja California), se prevé la caída de nieve o aguanieve, especialmente durante la madrugada del lunes y martes.
El fenómeno se verá intensificado por la interacción con una circulación ciclónica en niveles medios y altos de la atmósfera, y con las corrientes en chorro polar y subtropical, lo que incrementará la severidad de las precipitaciones y de los vientos. Se anticipan rachas de viento que oscilarán entre los 60 y 80 km/h en los estados de Sonora, Chihuahua y Durango, además de oleaje elevado en la costa occidental de Baja California y el Golfo de Tehuantepec.
Lluvias y vientos fuertes: ¿qué esperar en el resto del país?
Además del frente frío, un canal de baja presión en el sureste del territorio, junto con el ingreso de humedad del Golfo de México y el Mar Caribe, generará lluvias e intervalos de chubascos en estados como Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. Se prevé que las lluvias sean más intensas en Chiapas, con intervalos de chubascos que podrían superar los 50 mm en algunas áreas.
Por otro lado, un sistema anticiclónico en el occidente de México provocará un ascenso gradual de temperaturas en la mayoría del país, especialmente en el occidente y el sur, donde las máximas rondarán entre los 30°C y 40°C. No obstante, el aumento de calor será acompañado de un escaso potencial de lluvia en la región.
¿Cómo afectarán las temperaturas extremas?
El clima gélido no solo se limitará a las regiones del norte, sino que también se extenderá a zonas como Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, y Estado de México, donde las temperaturas mínimas rondarán entre los -5°C y 0°C. Se espera que las heladas lleguen a zonas altas de Baja California Sur, Coahuila, Nuevo León y Querétaro, donde los termómetros podrían marcar valores cercanos a los 0°C.
Mientras tanto, las temperaturas máximas en la Península de Yucatán y el Golfo de México mantendrán rangos más cálidos, superando los 35°C en varios puntos de Sinaloa, Jalisco y Oaxaca, con picos de hasta 40°C en Guerrero, Morelos y Chiapas.
¿Qué se espera para el miércoles y jueves?
A medida que avance la semana, el frente frío No. 25 continuará su trayecto hacia el centro y norte del país, afectando las regiones de Sonora, Chihuahua, Durango y Zacatecas con nuevas lluvias, vientos fuertes y temperaturas gélidas. Las sierras de Sonora y Chihuahua podrían experimentar nuevamente la caída de nieve o aguanieve el miércoles y jueves, mientras que en la costa occidental de Baja California, las ráfagas de viento seguirán intensas, con un fuerte oleaje que podría afectar la navegación y las actividades en las playas.
Preparación ante el clima extremo
Debido a los efectos adversos que se prevén durante toda la semana, las autoridades han emitido recomendaciones para estar preparados ante posibles deslaves, inundaciones y encharcamientos en las zonas donde se esperan lluvias intensas. Asimismo, se advierte sobre el peligro de ráfagas de viento que podrían ocasionar caída de árboles y anuncios publicitarios, y el oleaje elevado que afectará las costas de Baja California, Tehuantepec y Quintana Roo.