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Refugios, ilusiones y memorias: diferentes estilos, un mismo eje artístico

El Museo Espacio abre sus puertas de nueva cuenta para albergar Anillos Concéntricos, una exposición colectiva que reúne más de 50 piezas de artistas como Aron Demetz, de Italia; Kiyoto Ota, de Japón; Pablo Boneu, de Argentina; y Héctor Velázquez, Marcela Díaz, Lourdes Moreno y Javier Marín, de México.

Líder Empresarial tuvo la oportunidad de charlar con tres de los siete expositores, quienes nos hablaron sobre su forma de concebir el mundo y cómo son sus procesos para reflejar esa visión en sus obras. Abrieron sus mentes y su forma de vida, y con ello nos adentran a los procesos artesanales y al arte contemporáneo…

Kiyoto Ota, de Japón 

Los sentidos y el medio son dos aspectos fundamentales para comprender la obra de Ota, quien debido a la duda por el interior de las esculturas y la energía que se concentran en ellas creó lo que él denomina “esculturas habitables”: “la gente puede entrar para sentir el interior de la escultura […] generalmente se prohíbe tocar la obra de arte, pero mi idea es que la sensibilización se una a lo visual y asemejen, de una forma irónica y humorística, nuestro entorno”.

Comprender lo básico para reflexionar lo complejo es parte esencial de su filosofía. Por ello, la madera es el material principal de sus obras: “antes proliferan las casas de madera en Japón, de ahí quizás mi cercanía con este material, pero no hay que olvidar que la madera tiene beneficios para ayudar a la gente a través de su contacto, su aroma”.

Pablo Boneu, de Argentina

Este artista de formación autodidacta en las artes plásticas llega al Museo Espacio con obras de grande y mediano formatos. Utiliza los textiles como forma de expresión y, de alguna manera, busca abonar la duda y la discusión: “muestro las cosas que me obsesionan, y una de esas cosas es el tema de la ilusión, no como una excepción sino como una parte constitutiva de nuestra percepción. Yo creo que nosotros estamos atravesados por la ilusión”.

En cuanto a su obra, el argentino desconoce de dónde viene su inspiración: “yo no podría decir de dónde nace lo que yo hago. Muchas veces siento que aquellos que hacen arte cuentan con un gran componente de azar, en el sentido de las cosas que se nos ocurren, nos obsesionan. Uno siempre habla más o menos de lo mismo, sólo que en ocasiones lo hace de diferente manera”.

Javier Marín, de México

A principio de su carrera como escultor, Marín trabajó con barro de una manera muy básica: tierra y agua, sin necesidad de pastas industriales. Ahora rememora su trayectoria y ofrece una nueva exposición que se generó en Uruapan, Michoacán: “yo estaba buscando un material que fuera inmediato, me gustó mucho el barro, tiene cosas muy interesantes a nivel de experiencia sensorial por su temperatura, humedad y hedor”.

Y es que al trabajar con barro, el artista descubrió, exploró y construyó grandes piezas sin modelos ni estructuras: “recurrir a los materiales básicos como la madera, la tierra o las fibras naturales para construir cosas desde la contemporaneidad, que es en donde estamos, es un gran proceso constitutivo”.

Agradecimiento especial por sus atenciones a Eduardo Mier y Terán, curador y museógrafo, responsable de la exposición que estará disponible hasta el 10 de mayo de 2020. 

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