Académicos, abogados y especialistas contradijeron la postura oficial en el Foro Justicia Cotidiana, que el CIDE arrancó en Aguascalientes. La reforma laboral no ha reducido la cantidad de conflictos obrero-patronales ni ha generado mayores empleos, dijeron.
“No ha habido empleos. Se suponía que esta reforma tenía también que propiciar una mayor creación de empleos. Como dijo el secretario del trabajo, ha habido una migración de la informalidad a la formalidad, que no es lo mismo que creación de nuevos empleos”, aseguró el representante de Canaco Servytur en la mesa de análisis Hacia dónde vamos con la Reforma Laboral, Enrique García Méndez.
En su conferencia magistral en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el secretario Alfonso Navarrete afirmó que la conciliación había incrementado 30 por ciento el trabajo de las juntas locales y federales.
Sin embargo, académicos como Alfredo Sánchez Castañeda, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y Sergio López Ayllón, director general del CIDE, señalaron que los conflictos no han disminuido.
“Se está distrayendo el potencial de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en aspectos que no son de conflictos obrero-patronales. Por lo tanto, sí poder estimar que más adelante existan tribunales especializados exclusivamente para este tema… porque en este caso no (sirvió la reforma laboral)”, propusieron miembros de la mesa de trabajo.
Además, señalaron, “en el caso de la junta federal, más del 50 por ciento de los litigios que llevan son de trabajadores de organismos públicos. Entonces, los trabajadores del sector privado en realidad juegan un papel residual”.
Las posturas del secretario y del director del CIDE también contrastaron en cuanto al cumplimiento de la ley por parte de los empleadores.
Mientras el funcionario presumió un incremento hasta 5,000 salarios mínimos a las multas a patrones incumplidos, aplicadas a “grandes empresas con hechos realmente graves que han hecho pérdida de vidas de trabajadores”, López Ayllón cuestionó “cuáles son esos mecanismos de verificación preventiva, de inspección del trabajo, menos orientada a la sanción y más orientada al cumplimiento de las”.
En lo que sí coincidieron Navarrete y los especialistas fue en que las juntas de conciliación carecen de recursos. Principalmente, arguyeron, se requiere personal y capacitación en materia de mediación e inspección que evite cargar de litigios a los organismos locales y federales.
“Lamentablemente, esta reforma no ha ido aparejada de mayores recursos humanos y de capacitación para todo el personal jurisdiccional en materia laboral”, señaló Sánchez Castañeda.
Aseguró que las juntas padecen de “falta de recursos financieros, materiales y de capacitación para el personal. Y, de forma colateral, los inmuebles son obsoletos… No estamos montados a la modernidad con el acceso a las tecnologías de la información”.
En ese sentido, el catedrático de la UAA, Juan Antonio Reynoso Reynoso, apuntó que también debe capacitarse a los inspectores del trabajo, ya que una inspección puede ayudar a que las empresas cumplan la normatividad en materia laboral.
Otro problema, denunció el abogado del sindicato de trabajadores de Volkswagen México, Héctor Barba, es la existencia de sindicatos que no representan a los trabajadores ni fungen como mediadores en conflictos entre estos y los patrones.
“Si no hay representación de los trabajadores que los defienda, y las instituciones que están destinadas a defenderlos no se dan abasto, son insuficientes o algunas son corruptas, ¿cuál es el mundo del trabajo que prevalece? Un mundo donde los trabajadores están, en la mayoría de los casos, en la indefensión”, razonó.