(Un cambio urgente, necesario e impostergable)
Muchos son los diagnósticos e interpretaciones de la realidad. Muchas son las quejas sobre lo que acontece; muchos, los culpables, y pocas, las propuestas. La mayoría de las personas es buena para sugerir soluciones simplonas, sin sustento, motivadas por el hígado y no por el cerebro, que provocan el olvido de que las respuestas a varias interrogantes del mundo de hoy están en el actuar de los propios seres humanos.
Por esa razón, propongo –de manera humilde– una metodología simplificada para incentivar la realización de un cambio positivo en aquellos que tienen la obligatoriedad moral de contribuir al mejoramiento de México, es decir, todos.
Comenzar por el principio: el ABC
Para poder iniciar cualquier proceso de transformación, es necesario plantearse una estrategia rentable, fácil de entender y ejecutar. Esta se refiere a generar acciones de alto impacto personal, las cuales consideran no solo suprimir aquello que no contribuye positivamente al individuo; sino también adquirir las virtudes, cualidades y hábitos que lo ayuden a ser mejor. Como estrategia de arranque siempre se recomienda comenzar con actividades que hagan visibles, inmediatamente, los resultados del esfuerzo (lo cual volverá a la automotivación el principal combustible de mejora).
Una receta simple y poderosa
- Cambio personal y del entorno. Aplicar las acciones de alto impacto personal en la vida individual y comunitaria.
- Comprometerse con los semejantes en cada acción de alto impacto social. Aunque es necesario ver por el beneficio de uno mismo, esto se vuelve insuficiente para el futuro colectivo. Por eso, se debe buscar que cada forma de actuar tenga consecuencias positivas, medibles y perdurables sobre el bien ser y estar de los demás.
- Participar en organizaciones de la sociedad civil u organismos intermedios, junto con las autoridades, para crear las condiciones que propicien el bien común.
Acciones de alto impacto social
- Respeto irrestricto a la dignidad de la persona
- Acabar con las situaciones sociales de pobreza, las cuales son provocadas y fomentadas por unos cuantos desde la oscuridad del poder. Entre algunos de los aspectos fundamentales para atender este punto están: priorizar la educación humanizante integral de calidad, autosuficiencia alimentaria orgánica y cambiar a un modelo de salud preventivo.
- Contribuir a la creación de más y mejores trabajos de valor agregado, por medio de la economía social de mercado, con el fin de generar riqueza para la población en general.
- Rediseñar el futuro con modelos prospectivos de muy largo plazo, los cuales convengan a todos y no solo a las cúpulas.
- Propiciar la inclusión de un nuevo sistema económico basado en la economía social de mercado.
- Modificar de inmediato las leyes injustas, inequitativas, perversas e inhumanas.
- Incluir las propuestas de todos en un nuevo paradigma de inclusión social que cambie el arquetipo existente y tenga como eje rector el bien común.
Quizá esto no sea la solución total, pero seguro la cuidadanía avanzará y lo hará unida. De esta manera, construirá una civilización digna, en la cual se podrá encontrar a un amigo y un aliado en cada individuo… ya nadie se sentirá solo, disgregado, a la deriva y sin rumbo, como muchos se han sentido desde el siglo pasado. Se volverá a tener fe y esperanza en la humanidad –y cada quien la tendrá en uno mismo–.