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¿Realmente la luna en octubre es más bonita que en otros meses?

¿A quién no le gusta observar la luna llena? Su resplandor amarillento y perfecta circunferencia atrapa no solo la mirada, sino también el alma. No sabemos exactamente por qué, pero no podemos resistir contemplarla. Incluso tenemos un mes favorito para hacerlo: octubre. Es cuando el astro se encuentra en su mejor momento. Eso es lo que nos han dicho; sin embargo, ¿es realmente cierto?

Lamentamos romper el encanto, pero no es así. De acuerdo con Julien Potier, encargado de Visualización Científica en el Museo Descubre, es más un mito que otra cosa; no obstante, esta idea está muy arraigada en nuestra cultura. Él lo atribuye a varios factores:

“Es probablemente algo psicológico. En octubre anochece más temprano, acabamos de pasar el equinoccio de otoño y los días se acortan; hacemos el cambio de horario, vemos la luna más temprano; la temporada de lluvias se termina, puede ser que no la hayamos visto durante un tiempo por el clima y las nubes”, comenta el científico.

Más que un comentario aguafiestas, se trata de una razón científica. El ciclo lunar no coincide con el solar. Según lo que explica Julien, no hay ninguna razón por la cual la luna tuviera que estar diferente en octubre de manera tan periódica. Tendría que ver más, eventualmente, con las estaciones; pero eso también depende del lugar en el que vivimos.

Pero ese no es motivo para dejar de apreciar su belleza. De hecho, en octubre se celebra el Día Internacional de la Observación Lunar. En muchas partes del mundo, sobre todo en universidades, museos y planetarios, hay actividades relacionadas con el tema.

Como cada año desde 2014, el Museo Descubre ha participado en este evento junto con la Sociedad Astronómica de Aguascalientes. La cita este año es el 20 de octubre. Se podrá observar la luna en los telescopios del museo, asistir a las charlas y talleres (algunos de ellos para niños). Las actividades empiezan a partir de las 7 de la noche.

Hay que tener en cuenta que ese día no habrá luna llena; sin embargo, es necesario que así sea, pues de lo contrario no podría apreciarse el astro. Julien explica que es un requisito necesario:

“Cuando observamos la luna llena, vemos su cara visible desde la tierra, iluminada directamente por el sol. En el telescopio se ve prácticamente plana. Cuando está en un cuarto creciente, tiene una larga línea de transición entre la parte iluminada y la parte oscura. En esa parte en particular, en el telescopio, todo el relieve, los cráteres y montañas proyectan sombras que nos ayudan a percibir mejor el relieve de la luna”.

Siempre tendremos ese misterio y romanticismo que nos hará voltear al cielo cada que la luna se pone redonda y amarilla; pero si queremos conocerla realmente, este evento es la oportunidad perfecta para hacerlo.

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