Rafael Sánchez Galván es director de operaciones de Grupo Modelo en cinco plantas. Durante 26 años ha ejercido su carrera profesional dentro de la compañía cervecera, implementando avances en el trabajo en equipo dentro de las plantas y consolidándose como un líder de gran perspectiva y, sobre todo, apasionado.
Su trayectoria se ha visto marcada por una constante formación y la apertura para seguir aprendiendo. En este sentido, el éxito lo fue sembrando de a poco, recibiendo experiencia y aportando conocimiento para el desarrollo. De tal manera, su pasión se basa en la unión y la dedicación.
El liderazgo que pone en práctica se caracteriza por tener una perspectiva muy humana, centrada en el crecimiento de cada una de las personas que lo integran, así como en los resultados. Para esto, mantiene de manera relevante la manera en la que se sienten los trabajadores dentro de su entorno laboral, priorizando su bienestar e impulsando su potencial.
El crecimiento y una de las claves del éxito de su dirección se centra en la resiliencia, el expandir su visión a nuevas prácticas y ser promotor de buenas prácticas. La esencia y el estilo de su liderazgo se basa en un cambio constante a partir de las necesidades y las capacidades del equipo, se trata de una dinámica en la que se plantea la colaboración y la retroalimentación.
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La formación para el desarrollo
En su trayectoria académica se refleja el interés por mejorar dentro de su área de trabajo, así como proporcionar nuevas herramientas para el desarrollo de su entorno. Es ingeniero en electrónica; más tarde realizó estudios que ampliaron su espectro y complementaron sus actividades laborales: maestría en Ingeniería Industrial con enfoque en manufactura y calidad, más tarde estudió un doctorado en administración y alta dirección.
“Como profesionales tenemos que ir complementándonos con otras ramas, ampliar nuestras perspectivas, incluir la parte administrativas y demás. Tenemos que saber un poco de todo y siempre seguir aprendiendo, seguir abriendo nuestro abanico de posibilidades y crecimiento”.
Con una meta clara, trazar el camino fue una tarea más sencilla para Rafael Sánchez. Su crecimiento, hasta el momento, se ha dado de manera escalonada y de mucho trabajo. En sus inicios laborales dentro de Grupo Modelo, se dedicó a la supervisión, más tarde y a partir de su aporte en conocimiento y nuevas propuestas, llegó a ser director de operaciones.
“A veces se oye muy fácil, pero ha sido todo un camino en el que me desarrollé, crecí, me equivoqué, tropecé y avancé. Ha sido toda una vida. Ha sido un aprendizaje muy bueno, este desarrollo que he tenido me ha permitido estar siempre mostrando y dando.”
Al ser un líder dentro de la compañía, se ha concretado a partir de su habilidad para la resiliencia, un gran sentido de adaptación a los cambios y por sobrellevar con maestría las situaciones difíciles. A partir de la formación y un trabajo constante en equipo, generó un valor que lo sigue guiando hasta ahora que complementa y diversifica las actividades que se lleva a cabo.
Liderazgo que avanza
Su liderazgo se ve motivado por su propia esencia, pasión y estilo. En este sentido, se enfoca en las personas que conforman su equipo de trabajo. “Si bien, en Grupo Modelo nos enfocamos mucho en los resultados, sabemos que hay gente detrás de esos resultados y también nos enfocamos en ellos. Cuando lo haces a través de la gente, creas ese círculo virtuoso”.
Algunos de lo aspectos que prioriza en sus trabajadores son:
- Que sean felices
- Que tengan oportunidades
- Que sientan que están en un lugar en el que están desarrollándose
- Que se premie su esfuerzo
- Buena remuneración
- Calidad de vida
- Capacitación y desarrollo
Al crear un buen ambiente con buenos resultados se empieza a avanzar; de esta manera, también llegan los cambios, y de esta manera, también el liderazgo empieza a cambiar. A partir de una dinámica de adaptación y crecimiento, se crean espacios en los que se aprovecha el potencial del capital humano.
El liderazgo de Rafael Sánchez nunca es estático, se va moviendo junto con las nuevas realidades y necesidades. “El líder inclusivo también es muy importante para nosotros, el líder 360, donde hay mucha retroalimentación, un líder completo, motivador, que desarrolla a su gente, que complementa. En liderazgo siempre vamos a estar aprendiendo y practicando”.