El 3 de enero de 1782, nació en San Miguel de Allende, un emblemático personaje del movimiento de la Independencia de México. Su nombre era Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como ‘El Pípila’, el minero que quemó la alhóndiga de granaditas para darle la victoria a los insurgentes.
Los padres de este héroe de México fueron Pedro Martínez y María Rufina Amaro. El apodo del Pípila se lo dieron sus compañeros, nombre que se le da al guajolote o pavo doméstico en el bajío.
Juan José decidió unirse a las filas insurgentes en dónde conoció al Cura Hidalgo para posteriormente participar en el levantamiento en armas que se llevó a cabo en septiembre de 1810.
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La historia cuenta que Hidalgo quería tomar este espacio que funcionaba como almacén de las cosechas y donde muchos españoles se resguardaron. Después de varios intentos de ataque, los insurgentes opinaron que la única opción para entrar y tomar la Alhóndiga era quemar la puerta principal. Una hazaña complicada que requería de mucho valor e inteligencia. No cualquiera podía hacerlo.
Tras horas de combate el Pípila decidió ponerse en la espalda una laja de cantera con la cuál, arrastrándose, llegó a la entrada de la Alhóndiga. En una mano portaba una antorcha y en la otra aceite que vertió en la puerta, por lo que inmediatamente incendió el umbral dando paso al ejército insurgente a pelear y adueñarse de ella.
Se dice que su muerte llegó el 25 de julio de 1863, víctima de gases y polvo de la mina. Igual que el monumento en su honor construido en Guanajuato, donde miles de turistas acuden para observar de cerca su majestuosidad y deslumbrarse con la impactante vista de la ciudad.