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¿Quién es Bong Joon-Ho? El primer director surcoreano en ganar el Oscar

Por Fernanda Bahena

La película “Parasite” arrasó en los Premios Óscar como ganadora de cuatro estatuillas, producto de la excelsa capacidad de todo un equipo dirigido por el surcoreano Bong Joon-Ho. Bajo el mando del director de 50 años, el filme hizo historia como el primero de su país nominado a seis categorías y ganador a Mejor Película, Mejor Guión Original, Mejor Dirección y Mejor Película Extranjera. 

Desde antes de la ceremonia de premiación de la Academia, “Parasite” ya había generado muchas expectativas. Se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el premio a Mejor Película Extranjera en los Globos de Oro. Sin embargo, poco sabíamos de las credenciales de Joon-Ho en el mundo cinematográfico, quien pese a su bajo perfil, ha estado a cargo de creaciones reconocidas a nivel internacional. 

La trayectoria cinematográfica del cineasta surcoreano consta de siete largometrajes que han sido destacados por la crítica europea y estadounidense, posicionándose como un director singular que, como él mismo ha mencionado, resulta difícil encasillarse en un solo género.

Siendo el menor de cuatro hermanos, Bong estudió sociología en la Universidad de Yonsei en pleno movimiento democrático en Corea del Sur, siendo un activo militante del partido. Terminó sus estudios en la universidad a finales de 1989 y después cumplió con el servicio militar durante dos años. 

Posterior a esto, decidió fundar un club de cine universitario, llamado Yellow Door, donde realizaría sus primeros cortometrajes y obtendría la inspiración de ingresar a la Academia Coreana de Artes Cinematográficas.

Tras concluir su carrera en el séptimo arte, y después de haber realizado varios cortometrajes propios y apoyado en algunos de sus compañeros, Joon-Ho estrenó su primera película llamada Barking Dogs Never Bite en el año 2000. Pero fue hasta su segundo trabajo cuando se puso en la mira de creadores y realizadores internacionales, con Memories of Murder (2003), una readaptación de teatro que relata la historia de un asesino serial de los años 80 que jamás fue atrapado; la cinta tuvo paso en Cannes y Venecia. 

The Host (2006) fue la película que lo popularizó en su natal Corea del Sur, pues logró la fórmula perfecta para realizar un filme que cruza las definiciones de suspenso, comedia, horror y crítica social narrando la historia de un monstruo del Río Han que aterroriza a todo Seúl. 

Para 2013, el director realizó su primera producción en inglés, llamada Snowpiercer, cinta con la que incursionó en la ciencia ficción política. La trama narra la historia de un tren de alta velocidad que cruza el mundo congelado sin una estación dónde parar. El filme genera conciencia sobre cómo el desprestigio entre las clases sociales sigue persistiendo pese a la condición en la que se encuentra la sociedad luego de una hecatombe.  

De la mano con Netflix, Joon-Ho realizó Okja en 2017, una película que probablemente sería la primera de batalla entre el tradicional Festival de Cannes y la plataforma de streaming, pues la película fue bastante criticada e incluso abucheada durante el festival. 

Con Parásitos, Bong Joon-Ho ha cosechado los triunfos que desde tiempo atrás venía trabajando. La idea para realizar esta película surgió de una experiencia en su juventud, cuando fungió como tutor académico de unos niños de una familia millonaria. “Su casa fue algo que yo no imaginaba que existiera. Sentí que estaba infiltrándome en otra familia, al mismo tiempo que recibía dinero por ello”, contó en una entrevista para ABC.

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Dentro de sus grandes inspiraciones están cineastas como Steven Spielberg, John Frankenheimer y Alfred Hitchcock; este último fue su principal  referencia para construir las escaleras de la “Mansión Park”, el escenario principal donde se desarrolla Parasite; son muy similares a las de la casa de la “Familia Bates” de la película Psicosis. 

En la trama, la casa es construida por un famoso arquitecto coreano, y la realidad no es tan alejada, pues el set fue construido desde cero por el diseñador Lee Ha-Jun, desde su concepción arquitectónica, materiales, hasta la decoración. 

Para Bong, era muy importante retratar que si había algo en esa casa que estaba de más, era el dinero: “una vez me permitieron subir al segundo piso y descubrí que tenían una sauna en el baño. Fue algo que me dejó impactado”, menciona.

La producción de Parasite  muestra elementos que podrían pasar desapercibidos para el público. Sin embargo, hasta los detalles más simples están completamente pensados para complementar la historia,entender los contextos donde se desarrollan y hacer la experiencia más real.  

Pero más allá de las cualidades técnicas, el verdadero acierto de Parasite fue realizar una de las propuestas más adecuadas a estos tiempos de constantes cambios y de incertidumbre sobre el futuro; una realidad que el mundo se niega a ver…

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