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¿Quién era Ennio Morricone? El genio detrás de nuestras bandas sonoras favoritas

Muere el compositor Ennio Morricone

La experiencia cinematográfica no sería la misma sin la música que acompaña la obra. Las conocidas bandas sonoras de las películas, generan un espacio que nutre la ficción y la trama misma. Más que acompañamiento, la música es capaz de generar tensiones o de suavizar tomas; es así que las películas se vuelven memorables no sólo por las actuaciones, o el buen guión, sino por la música que acompañó cada uno de las escenas. Muchas de esas composiciones han quedado en la memoria de muchos y se han vuelto parte del imaginario colectivo. 

Las trayectorias de los compositores quedan en esos espacios y se legitiman dentro de ellos. El cine es un espacio en el que la composición se puede desenvolver y que ha traído grandes obras. Muchos compositores han destacado por su gran trabajo y el peso de sus composiciones en las películas, tal es el caso de John Williams, Hans Zimmer y por supuesto, Ennio Morricone. Este compositor italiano se destacó en vida por crear soundtracks emblemáticos del cine.  

Un acercamiento general al compositor italiano 

Su trabajo de composición, por sí mismo, es impresionante. En su vida compuso un total de 400 bandas sonoras originales para el cine, no conforme con eso, también compuso para series de televisión, por lo que tras de sí, deja un gran legado, que acompaña momentos emblemáticos del cine y la televisión. Sus colaboraciones en obras de ‘spaguetti western’ o mejor conocido como wéstern europeo, un género creado por directores italianos, le valió en un principio el reconocimiento, entre las películas donde más destacan sus trabajos se encuentra: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966), entre otras. Sus creaciones para el cine no se encasillaron en un sólo género y para todas ellas, hacía un trabajo excepcional de creación original para la ambientación de las películas. 

Ennio Morricone nació en Roma, Italia en 1928 y desde niño tuvo un acercamiento con la música, ya que empezó a tocar la trompeta y a sus seis años ya había compuesto su primera obra. Su padre era músico, por lo tanto, su formación musical la recibió desde los 9 años en la Academia Nacional de Santa Cecilia, más tarde, a los doce, entró en el Conservatorio, en donde hizo un curso de armonía de cuatro años en tan sólo seis meses. La grandeza del músico empezaba a brotar desde tierna edad. Para 1946 ya había recibido su diploma de trompeta y en ese mismo año comenzó a trabajar componiendo para programas de radio y televisión. 

En la década de los cincuenta también recibió un diploma por composición y luego de graduarse en 1954 fue cuando inició a componer música para películas a manera de ‘autor fantasma’, ya que su obra se la atribuían a otros compositores famosos de la época. En 1955 se dedicaba a arreglar composiciones de otros autores. Sergio Leone fue quien lo invitó a sonorizar sus películas, creando así, juntos, un nuevo punto de vista del western tradicional. 

La genialidad y el reconocimiento

Sin duda su formación musical y su conocimiento en la materia le ayudaron a darle vida a cientos de películas y programas, por lo tanto, el reconocimiento no se hizo esperar y se propinó al igual que su trabajo, de manera óptima. En su vida estuvo nominado múltiples veces y fue ganador de otras tantas veces. Sobre los premios más destacados, se puede mencionar el óscar honorífico que recibió en el 2006 por su gran trayectoria y el óscar que recibió en 2016 con la badna sonora que realizó para la película de Quentin Tarantino The hateful eight. En su vida ganó tres Globos de Oro por Mejor Banda Sonora en 1987 con La misión, en el 2000 con La leyenda del pianista en el océano y en 2016 igualmente con The hateful eight

Asimismo, ganó dos Grammys, en 1988 por la banda sonora de Los intocables de Eliott Ness y en 2014 por su trayectoria musical. Fue galardonado en los premios BAFTA en seis ocasiones. Los premios y el reconocimiento fueron recibidos por diversas academias, sin embargo, en todas se destaca la genialidad del autor por sus composiciones. ¿Dónde radica entonces la genialidad? Sin duda, se debe en un principio a la formación y al enfoque que le dio a la misma, el cómo utilizó su conocimiento para dar vida a historias, personajes y argumentos. El hecho de haber compuesto desde niño, haber creado desde una base sólida que le permitía explorar diversos sonidos, innovar dentro de la industria cinematográfica. 

Las bandas sonoras que dejó plasmadas en diversas películas, habla por sí sola sobre la versatilidad de Morricone, quien, además de componer, también se dedicaba a la dirección orquestal. El poder comunicarse y expresarse a través del lenguaje musical de manera tan virtuosa y acoplándose a un medio que poco a poco fue tomando fuerza, habla de una persona dedicada, trabajadora y talentosa. La dedicación es siempre importante, no se puede hablar de genialidad si dejamos de lado el trabajo: el proceso de creación es siempre difícil, pero el poder hacerlo de esa manera, habla no de un virtuosismo nacido de la nada, sino de una dedicación y un trabajo que le permitió moverse con soltura sobre esos caminos.

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