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¿Qué tanto más puede crecer el Gigante Automotriz de México?

Si la Alianza-Centro-Bajío-Occidente (ACBO) apunta a convertirse en la región más competitiva de América Latina es en gran parte por la contribución del sector automotriz para el desarrollo  económico de las cinco entidades: juntas se han convertido en uno de los polos continentales más relevantes para esta industria.

A lo largo del polígono que integran los cinco estados de la alianza, se hallan nueve de las doce marcas ensambladoras instaladas en el país:

La región Centro Bajío-Occidente (CBO) es responsable del 30.8% de la producción de autopartes del país, cifra ostensiblemente superior a la registrada en su conjunto por Estado de México, Zacatecas, Puebla, Durango, CDMX, Morelos, Tlaxcala, Chiapas, Sinaloa e Hidalgo (17.4%).

Este bloque únicamente palidece ante los seis estados de la frontera norte de México (integrada por Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), quienes contabilizan el 51.8% de la fabricación de autopartes.

En entrevista para Líder Empresarial hace unos meses, el secretario de Desarrollo Económico de San Luis Potosí, Gustavo Puente Orozco, resumió el atractivo del que goza la zona del centro de México para las empresas del ramo automotriz:

Entre San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes, conformamos el único lugar en el mundo en un espacio de 300 kilómetros en el que te vas a encontrar diez armadoras, una planta de motores y más de 850 proveedores automotrices”.

Su ubicación ideal -en el corazón de México y con proximidad a Estados Unidos-, su extensa red logística y su capital humano, acordes a las necesidades de esta industria, han sido algunos de los argumentos más referidos para explicar el éxito de la región CBO.

Sin embargo, para Carlos Zegarra, Socio Líder Management Consulting en PwC México, existen otras razones importantes a las que aludir:

Un factor fundamental para el éxito obtenido por la Región Centro-Bajío-Occidente ha sido el desarrollo de un clúster para la industria automotriz que involucra el encadenamiento productivo entre ensambladoras, fabricantes de autocomponentes y desarrollo de servicios anexos bajo una sólida estrategia sectorial”, menciona el especialista.

En similar sintonía se ha expresado el subsecretario de Desarrollo Económico de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro, José Antonio Pérez Cabrera, quien señaló que un rasgo característico de los estados de la Alianza ha sido “considerar a los clústers de manufactura de alto valor agregado como agentes de cambio basados en el modelo triple hélice, con los gobiernos como facilitadores, promoviendo la investigación para atender necesidades específicas y fortaleciendo a la industria a través de la academia”.

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¿Hay margen de crecimiento?

Con más de una decena de ensambladoras instaladas en la región, los especialistas coinciden en que el panorama luce un tanto complejo para atraer otra OEM. Sin embargo, indican que la reconfiguración del T-MEC abre una posibilidad para acoger proveedoras extranjeras que busquen relocalizarse en el continente -para cumplir con las demandas impuestas por el tratado comercial-.

Donde debe poner atención el CBO en la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) es en el tema de las autopartes. Hay productos que se estaban fabricando en Asia y que, por la integración regional exigida por el T-MEC, ya no podrán fabricarse allá. Por ello, estas empresas ya deben estar buscando la fórmula para poder establecerse, de preferencia en México, para poder seguir exportando sus partes a Estados Unidos”, explica José Zozaya, presidente de la Asociación de la Industria Automotriz

Por su parte, Zegarra afirma que los esfuerzos en atracción de capital foráneo deben atender la necesidad de la industria de realinear las cadenas de suministro globales. Por lo anterior, la mudanza de una parte de la producción a México podría generar la resiliencia y la agilidad necesarias en diferentes nodos de las cadenas productivas del sector automotriz.

Es en este contexto que deben dirigirse los esfuerzos de inversión. De acuerdo con datos de la CFO Pulse de PWC, 38%, y 25% de los CFO en México y E.U., respectivamente, coinciden en que desarrollar opciones de abastecimiento y/0 cambiar los términos contractuales de la cadena de suministro será importante para reconstruir o mejorar sus fuentes de ingreso”, precisa.

En este sentido, el experto de PwC comparte que los esfuerzos de inversión por parte de dichas industrias extranjeras deben tener en la mira el territorio nacional: trasladar su manufactura a México podría reducir los costos de producción en 23% en comparación con otros mercados asiáticos, según datos de la propia consultora.

Adicionalmente, Carlos Zegarra enfatiza en que la estrategia industrial del CBO debe encaminarse cada vez más a la producción de componentes de mayor valor añadido, que no solamente estén basados en menores costos de mano de obra para procesos de ensamblaje sino también en desarrollar talento humano -que cuente con el conocimiento suficiente para participar en eslabones de la cadena productiva relacionadas con procesos de innovación, I+D y aplicación de tecnologías emergentes-.

Cabe señalar que en febrero de este año, la ACBO lanzó la plataforma de inteligencia de negocios MAS MÉXICO Alliance System, la cual pretende ser un bastión para las cinco entidades en materia de promoción de exportaciones y nuevas inversiones, a través de una vinculación más eficiente con los mercados norteamericano, europeo y otras regiones del mundo con las que México tiene acuerdos comerciales. 

Estimaciones de los gobiernos apuntan a que, únicamente para el sector automotriz, la plataforma representará oportunidades de negocio para los próximos años por más de 32,200 millones de dólares (mdd).

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Vehículos eléctricos (VE), apuesta impostergable

Un estudio de McKinsey & Co. y Bloomberg New Energy Finance estimó que, a partir del 2030, 60% de los coches en las ciudades serán eléctricos. El propio Bloomberg anticipa que, para 2027, la producción de vehículos ‘limpios’ será más barata que la fabricación de unidades de combustión interna (gracias a la reducción de costos de las  baterías para automóviles eléctricos, entre otros factores).

Las apuestas de las automotrices se dirigen hacia el mismo sentido:

Esta tendencia, cada vez más presente y orientada hacia la movilidad sustentable, marca un rumbo claro para el Bajío (y México, naturalmente). El país deberá de seguirla, si no quiere hallarse en problemas en el mediano plazo, como lo enunció Francisco Quiroga, embajador de México en Alemania, en declaraciones para Cuatro Cero:

Si hoy los carros pasaran de ser de combustible manejados por nosotros, a eléctricos manejados solos, el 90% de nuestra industria automotriz sería obsoleta”, expresó el diplomático.

ParaCarlos Zegarra, una mayor participación de la región en la manufactura de vehículos eléctricos no será posible sin el desarrollo de reformas gubernamentales que impulsen la competitividad de forma permanente:

Será esencial, por lo tanto, brindar a la industria de fuentes de energía competitivas para sus procesos productivos”, subraya.

Postura similar comparte el presidente de la AMIA, quien señala que la migración a la movilidad eléctrica requiere de una infraestructura energética diferente a la que actualmente se impulsa en el país (a través del Gobierno Federal):

“Lamentablemente vimos una Reforma a la Ley Eléctrica que va en sentido contrario a la dirección que va avanzando el mundo. Esa parte la debemos de corregir si queremos que México atraiga las inversiones que el sector requiere, pues varias armadoras tienen compromisos para el mediano plazo de que la energía que utilicen para la producción de sus vehículos debe ser limpia. México debe prepararse para esto porque si no, nos van a dejar fuera”, explicó José Zozaya.

Asimismo, el Socio Líder Management Consulting en PwC México argumenta que el Bajío debe emprender una continua inversión en el desarrollo del talento que requiere el futuro de la industria. Esto debe llevarse a cabo sin olvidar el trabajo en el desarrollo de proveedores locales, para disminuir la dependencia de mercados asiáticos para el abastecimiento de los componentes esenciales que demanda el sector emergente de VE.

Por lo pronto, el Gobierno de Guanajuato busca liderar esta industria en México, por lo que ha sostenido encuentros continuos con la academia y la iniciativa privada para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica -con el objetivo de convertir a la entidad en la meca de estos vehículos para 2030-.

El clúster automotriz del estado (CLAUGTO) ha revelado que alrededor de 50 de los 450 proveedores automotrices existentes en el estado ya suministran autopartes para vehículos eléctricos de ensambladoras instaladas en  México y el extranjero.

Por su parte, Aguascalientes anunció, a finales del 2020, la llegada al estado de la empresa portuguesa Piccoli Green. Con una inversión de 500 millones de pesos (mdp), se dedicará a la fabricación de motos, vehículos y camiones eléctricos.

Cuitláhuac Pérez Cerros, presidente del cluster automotriz Grupo MAEN, externa  a Líder Empresarial que este proyecto representó el inicio de la ruptura del sector automotriz basado en vehículos de combustión interna (que tradicionalmente ha tenido el estado), hacia una movilidad eléctrica basada en el desarrollo de tecnología de última generación.

El directivo agrega que alrededor de 10% de proveedores locales están listos para incorporarse a esta cadena de suministro.

Recientemente, Sensata Technologies inició la construcción de su Edificio de Electrificación, complejo orientado a la fabricación de contactores para vehículos eléctricos, los cuales suponen un dispositivo crítico para el funcionamiento y la seguridad en este tipo de unidades.

Estas iniciativas ilustran los tempranos pasos que da el Bajío para iniciar su inserción en la industria automotriz eléctrica, pero su éxito y crecimiento dependerán de la flexibilidad y la adecuación de todos los actores, finaliza José Zozaya:

El margen de crecimiento de la región es tanto como la adaptabilidad que logren alcanzar para la fabricación de todos los componentes que demandarán las nuevas tecnologías de la industria automotriz. Ahí puede ser no solo líder regional y nacional, sino mundial”.

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