Las bolsas de trabajo universitarias son el primer puente que existe entre un estudiante y las empresas del estado o la región; son la primera oportunidad de adquirir un empleo como profesionista.
Pero, ¿qué tan útiles son en realidad estas plataformas para colocar a los egresados en el ambiente laboral? Analizamos algunos aspectos.
Estadísticas poco claras
La respuesta inmediata es que no se sabe con exactitud. Es difícil verificar los resultados de las bolsas de trabajo, porque no existe un registro general de las personas que han logrado obtener empleo gracias a ellas.
Para Sergio Cárdenas, doctor en Educación y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, México no cuenta con mecanismos efectivos que den seguimiento a los graduados en aspectos como: el lugar donde se encuentran trabajando, el salario según la profesión, a qué se están dedicando, entre otras cosas.
“Las bolsas de trabajo tienen una iniciativa muy básica en la que solamente adquieren información del empleador y compilan los currículum de los egresados”, afirma el investigador.
La Delegación Federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Aguascalientes (STPS) no cuenta con datos concretos respecto al tema; lo más cercano a eso es un formato que es enviado a las universidades para recabar información, menciona Israel Rodríguez, subdirector de supervisión y control de la STPS.
“Las bolsas de trabajo tienen una iniciativa muy básica en la que solamente adquieren información del empleador y compilan los currículum de los egresados”.
Dentro de las instituciones de educación superior pasa algo similar. Según la coordinadora de la bolsa de trabajo de la UP, Claudia Franco Muñoz, no se lleva un registro porque la plataforma únicamente funciona como vínculo. Una vez que el estudiante envía su currículum, la compañía se deslinda de la universidad.
“Muchas veces me comunico con las empresas para saber si el contratado es egresado de la UP; pero no me dan respuesta, no hacen mucho caso a eso”, comenta la coordinadora.
Por su parte, la UAA sí cuenta con un registro de los alumnos que han ingresado a laborar gracias a su bolsa de trabajo; sin embargo, sus números dejan mucho que desear. De acuerdo con su encargada, en 2016 hubo 2,500 personas inscritas; pero solo se colocaron a 438.
El funcionamiento ideal
Las bolsas de trabajo brindan la comodidad a los estudiantes de conocer diferentes vacantes desde su propia casa; no obstante, muchos de ellos no se interesan en ingresar. Otros, a pesar de haberse inscrito, tardan algo de tiempo en conseguir empleo.
Según Sergio Cárdenas, lo primero que debe tener una plataforma de este tipo son redes de comunicación, es decir, información que facilite la contratación de egresados y reduzca los costos de ello al empleador, y además, que agilice el posicionamiento de los exalumnos en su área de expertise. Lo anterior sería posible si las universidades supieran cuántos individuos egresarán en determinado tiempo y cuáles son sus especialidades según la carrera que cursaron. Así se podría saber qué profesionistas son los ideales para cada empresa.
La encargada de vinculación del Servicio Estatal de Empleo concuerda con esta idea y afirma que a pesar de no ser lucrativas, las bolsas de trabajo deberían personalizar sus vacantes. De esta manera, vincularían los perfiles correctos a cada una de las oportunidades laborales, de acuerdo con las áreas destacadas del profesional o el tipo de tesis que haya realizado.
El segundo punto a resaltar, comenta el doctor en Educación, es que para asegurar el funcionamiento de estas herramientas es necesario complementarlas con una formación integral de los estudiantes, es decir, que estos tengan las habilidades para incorporarse fácilmente al mercado laboral.
Para el catedrático, esta formación se podría brindar en las universidades mediante seminarios en los cuales se enseñe a los futuros profesionistas capacidades como: la manera correcta de acudir a una entrevista, el tipo de respuestas que deberían dar, normas sociales, saber resaltar sus capacidades, preparación de currículum, entre otras.
También te puede interesar:¿Por qué la UAA es una de las universidades públicas más caras de México?¿Están innovando las universidades hidrocálidas? |