La crisis económica global ha afectado las contribuciones al retiro, indica un estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre las pensiones en distintos países.
El desempleo, el aumento de los empleos temporales y poco estables reducen aun más la continuidad de aportaciones a las pensiones de trabajadores que pueden jubilarse en todo el mundo.
En México, el porcentaje de personas arriba de los 65 años que viven en pobreza relativa (con un ingreso por debajo de la media nacional) es de 31.2 por ciento, mientras que en el resto de países de la OCDE es de 12.6 por ciento.
La tasa de empleo para personas entre los 60 y 64 años en nuestro país es de poco menos del 50 por ciento, según el estudio, ocupando el lugar número 18, por debajo de Gran Bretaña y por encima de los Países Bajos.
Islandia y Nueva Zelanda son los países en los que adultos mayores tienen más posibilidades de ser empleados, tienen una tasa de más del 80 por ciento para el primero y del 70 para el segundo.
La mitad de los países de la OCDE ha emprendido acciones para mejorar sus sistemas de pensiones en el último par de años. Otros han retrasado la edad de jubilación, restringiendo la edad legal para hacerlo y mejorando los incentivos para trabajar más tiempo.
México es de los países, junto con Corea del Sur, Islandia y Japón, en los que las personas permanecen más tiempo en el mercado laboral. El promedio es de 72 años para hombres y 68 para mujeres. En cambio, Francia y Bélgica, tiene a los hombres que se retiran más pronto.
El ingreso neto mantenido después del retiro en nuestro país para trabajadores de escasos recursos es de los más bajos de la OCDE, con un 35.5 por ciento. Por debajo de él se encuentra Sudáfrica e Indonesia.
Las proyecciones de dicho estudio indican que en 60 años, la dependencia de la población envejecida en México superará al promedio de países de la OCDE, alcanzando un 60 por ciento. A pesar de ello, el gasto público que hace el país en la vejez es de 1.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el promedio de la OCDE es de 7.9 por ciento.
De acuerdo con estadísticas del Consejo Nacional de Población y el Inegi, dentro de 15 años la tendencia habrá un aumento considerable en las personas de la tercera edad. De ahí la importancia de crear políticas públicas para asegurar una vida digna a los adultos mayores.
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