En mis múltiples viajes de trabajo, en los he podido visitar Polanco, Santa Fe, Zapopan y San Pedro Garza, entre otros lugares, observo que estas zonas tienen muchos aspectos en común.
En estas áreas existen grandes y modernas plazas comerciales, restaurantes gourmet, arquitectónicos desarrollos inmobiliarios, clubes deportivos, zonas de servicios y oficinas, corporativos y espacios más segmentados para grandes residencias y casas con enormes jardines.
Por un momento, al caminar por las principales avenidas de estas zonas, en los camellones hechos parques, ó mientras se disfruta una buena copa de vino tinto en alguna terraza de algún centro comercial, me llama mucho la atención, el cómo se confrontan los diferentes “Méxicos” que existen. Ya que, por un lado se tiene la sensación de estar en otro país, en otro lugar, donde la delincuencia, los problemas de la vida cotidiana, la mala planeación urbana, entre muchos otros problemas, no existen.
No obstante, es una constante, en las personas y el ambiente que se observa en estas zonas, una total y completa desvinculación de la realidad y vida diaria del país, donde se percibe la actitud mexicana de siempre estar buscando lo “extranjero”.
Sin embargo, no quiero caer en la trillada crítica radical a la clase alta del país; pero, ver su forma de vida, me hizo cuestionarme, si en realidad, estas personas se están dando cuenta de la realidad de México, donde existen 60 millones de pobres, donde 6 de cada 10 personas económicamente activas son informales; y si realmente estarán haciendo algo por contribuir un poquito a hacer de éste país un lugar mejor. Puesto que, es agradable vivir en un entorno tan agradable, pero después de unos días, incomoda el saberse en una “burbuja”, la cual, por si misma es muy seductora en un entorno de lujo y glamour.
Por lo anterior, no es de extrañarse muchos aspectos del país que han sido descuidados por todos los ciudadanos, y que ha permitido que permee negativamente el Estado de Derecho.
Por último, quisiera reflexionar con usted, estimado lector, que si tiene la oportunidad o ya ha visitado alguna de estas zonas, le sea el momento propicio para refrendar su compromiso con México, en donde, entre mejor, sea nuestra posición social y económica, estemos siempre conscientes que debemos retribuir a la sociedad, algo de nosotros y nunca desvincularnos totalmente de la realidad que vive la mayoría de nuestros connacionales; que éstas zonas de lujo, sigan siendo un referente del progreso económico que puede alcanzar una sociedad, siempre y cuando sea mas equitativa la distribución del ingreso.