Históricamente, la actividad de comunicación laboral ha representado un lazo de transmisión de información entre el ambiente directivo y el resto de la organización. En esta, se postula información relevante tanto interna como externa de carácter social o, propiamente, de fomento al buen ambiente laboral.
Incluye aspectos como el empleado del mes, las felicitaciones por onomásticos, entre otros. También se utiliza para la transmisión de principios, políticas, valores y normativas que promulga la empresa —y que sustentan el trabajo que todos los integrantes—.
¿Qué no es?
- No es un instrumento para marcar línea de pensamiento político o social a los colaboradores.
- No es un tablero de información de metas de productividad y/o objetivos de producción.
- No es un medio para evidencias fallos o carencias de colaboradores.
- No es un espacio para difundir reglas o amenazas.
- No es un tablero de informes de asistencias, faltas o retardos.
¿Qué sí es?
- Un lugar de información social interna y/o externa que mantenga a los colaboradores con una sensación de integración en los aspectos externos a sus actividades ordinarias.
- Un lugar de difusión sobre ideas de calidad de vida, fomento al bienestar dentro y fuera del trabajo.
- Un lugar de transmisión de información relevante sobre principios y valores que apuntalen la estabilidad emocional de los integrantes de la entidad productiva.
- Un lugar de reconocimiento social y laboral, donde se humanicen las actividades y se puntualice la importancia de las personas.
- Una herramienta poderosa para establecer la postura de la empresa. Deja en claro la relevancia del bienestar laboral y que sus integrantes son considerados como personas.
Las empresas que han dejado de lado esta actividad con afán de economizar costos o con el argumento de una sobrecarga laboral, sin saberlo, están aportando una mezcla peligrosa. Esta incluye detonantes de la rotación laboral, el estrés laboral, la baja eficiencia y la poca productividad de sus colaboradores.
MMCI. José Manuel Valdez Gutiérrez
Ingeniero industrial, cuenta con maestrías enMercadotecnia y Comercio Internacional, Desarrollo Organizacional, así como en Mantenimiento y Calidad Productiva.
Catedrático, director de recursos humanos, logística y movilidad. Es director de empresa, especialista en capital humano y alta dirección de empresas, asesor empresarial, así como especialista en revisión y diseño de cadenas productivas.
Columnista y comunicador en medios, Manu Valdez relata historias de guerreros cotidianos en Prohibido Rendirse.
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