La Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI) publicó los resultados de los nuevos niveles socioeconómicos (NSE). Fueron calculados a partir de la regla AMAI 2022, misma que es descrita como un esfuerzo por actualizar resultados conforme a la realidad actual de la sociedad mexicana en la pandemia.
Los nuevos resultados a nivel de entidad federativa muestran coincidencias respecto a las estimaciones de años anteriores: los estados más desprotegidos (sobre todo del sur y sureste del país) presentan las mayores concentraciones de nivel socioeconómico bajo. En contraste, los estados del centro y norte del país tienen población con mejores condiciones socioeconómicas.
Aguascalientes y los estados que integran el Bajío aparecen menos dañados que las entidades de media tabla hacia abajo. Se obtuvieron los lugares número 2, 5, 12, 13, 19, y 21. La entidad hidrocálida se sitúa a la cabeza, seguida de Querétaro.
No sólo se presenta menos población en situación de pobreza entre estos estados, sino también una sostenida cantidad de personas y familias con “alto” y “medio alto” poder adquisitivo (aún dentro de la pandemia). Estos dos últimos representan, en general, la tercera parte —y, en algunos estados, prácticamente la mitad de su población—.
En contraste, la región presenta menores núcleos poblacionales sumidos en pobreza moderada y extrema. Menos de la mitad o incluso solamente la tercera parte de sus pobladores se halla en condiciones de niveles D+, D y E. En muchos casos, se separan espacialmente unos de otros —como en poniente y oriente en el caso de Aguascalientes (capital y estado)—.
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Zonas metropolitanas y niveles socioeconómicos
Gracias al comparativo de niveles socioeconómicos de la regla AMAI 2022 (calculada con datos de ENIGH 2020), tenemos un reporte de Zonas Metropolitanas (ZM) ordenadas con base a la proporción de NSE A/B.
Las ZM de Querétaro, Monterrey, Aguascalientes, León, Mérida y Guadalajara presentan mejores niveles, en oposición a fuertes ZM como la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala, La Laguna y Tijuana.
También se puede apreciar cómo los hogares con NSE menores gastan mucho más en renglones básicos como alimentación, vivienda, salud y transporte —al punto de agotar sus recursos para otros gastos igualmente necesarios—.
Se aprecia una importante relación entre la tenencia de distintos bienes y los niveles socioeconómicos estimados por la regla AMAI. Estos resultados también validan que la estratificación generada es consistente con el estilo de vida y el nivel de comodidades establecido dentro de la definición de los niveles socioeconómicos AMAI.
Adicional a estos ejercicios, se contrastaron las asociaciones de los niveles socioeconómicos con otros indicadores presentes en la ENIGH 2020. Todos los resultados mostraron una relación consistente entre los niveles socioeconómicos de la regla AMAI ajustada y los estándares de calidad de vida que los definen.
México: un país en desigualdad extrema
Por otro lado, el informe realizado por OXFAM México revela al país como una de las naciones que vive un proceso de desigualdad extrema.
El informe apunta que el crecimiento económico es magro, los salarios promedio no crecen y la pobreza persiste; no obstante, la fortuna de unos pocos sigue expandiéndose. México está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo y es uno de los dos países más desiguales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Por lo anterior, indican que el tema de la desigualdad extrema se debe poner en la agenda del debate nacional por razones éticas, políticas y económicas: “Las condiciones de desigualdad en el país son tales, que el 1% de la población posee el 43% de toda la riqueza en México”.
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