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¿Qué pasará con los emprendedores? 

El 20 de diciembre pasado, durante la primera conferencia de prensa ofrecida a los reporteros, la secretaria de economía del Gobierno de México, Graciela Márquez Colín, confirmó lo que hasta ese momento era solo un rumor: la desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM). 

La funcionaria federal no ofreció mayores detalles sobre las razones que llevan al nuevo gobierno a prescindir tanto del INADEM como de ProMéxico, limitándose a señalar que ambos organismos serían sustituidos por la Unidad de Innovación y Promoción, que apenas estaría creándose. 

En el mismo encuentro con los medios, Márquez Colín, quien se dijo consciente del rol que juega la Secretaría de Economía (SE) en la generación de la riqueza y del papel que debe desempeñar para respaldar la inversión del sector privado, manifestó que uno de los tres programas estratégicos que habrán de implementar en el presente sexenio es el de Microcréditos, para lo cual dispondrán este año de 3,000 millones de pesos. 

Puntualizó que dichos recursos estarán dirigidos a comunidades de alta y muy alta marginación y con violencia, ya que el principal objetivo es “reactivar la producción económica en zonas marginadas”. 

A lo largo de 2019, de acuerdo con lo declarado por la secretaria, estarán emitiéndose tres convocatorias para el otorgamiento de los créditos. Además, aseguró que este programa “no va a sustituir otras cosas que vamos a hacer con microempresariospymesMiPyME, emprendedores; pero sí es parte de los programas prioritarios. 

En el ejercicio de 2018, el INADEM recibió 4,137 millones de pesos. Para 2019, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público proponía otorgarle 806 millones de pesos (incluida una subpartida de 659 millones para el Fondo Nacional de Emprendedores), aunque según lo dicho por Márquez Colín, los recursos serían reasignados para ser distribuidos por la SE. 

La (breve) historia del INADEM 

El Instituto Nacional del Emprendedor vio la luz a principios de 2013, durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, como un órgano desconcentrado de la SE. Su propósito es (hasta que se concrete su extinción) “instrumentar, ejecutar y coordinar la política nacional de apoyo incluyente a emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas, impulsando su innovación, competitividad y proyección en los mercados nacional e internacional para aumentar su contribución al desarrollo económico y bienestar social…” (www.inadem.gob.mx). 

Este organismo fomenta e impulsa la cultura emprendedora; apoya la creación, consolidación y crecimiento de los micro, pequeños y medianos negocios; potencia la inserción exitosa y competitiva de las MiPyME a los mercados internacionales; y acerca los esquemas de financiamiento a emprendedores y empresas. 

Uno de los eventos organizados por la SE y el INADEM era la Semana Nacional del Emprendedor, considerado el más importante de México y el mayor en Latinoamérica por su enfoque empresarial y de emprendimiento. En él se ofrecían soluciones, herramientas, asesorías y financiamiento para iniciar o crecer un negocio. Tan solo en la edición 2018, se reportó una asistencia de 124,289 personas durante los cinco días de actividades. 

La extinción del INADEM, ¿un retroceso? 

El analista económico y todavía delegado de la Secretaría de Economía en Aguascalientes, Gustavo Granados Corzo, recuerda que antes de la creación del INADEM los apoyos a las MiPyME estaban a cargo del Fondo PYME y su entrega dependía de una subsecretaría y del funcionario en turno. 

El modelo por el que se apostó fue uno que tenía más autonomía, que estaba descentralizado, que tenía presupuesto propio y tenía un objetivo muy claro; no era solamente dar financiamiento como lo hace la banca de desarrollo. El modelo del INADEM representaba la posibilidad de detonar sectores estratégicos, siguiendo las tendencias mundiales para que el desarrollo de los micro, pequeños y medianos empresarios pudiera tener un curso definido y una aceleración, explica. 

Asimismo, considera que la asignación de recursos era más transparente porque había grupos colegiados que tomaban las decisiones y los proyectos pasaban por varios filtros, con lo cual se eliminaba la discrecionalidad de que un funcionario optara por uno u otro solicitante. 

Granados Corzo apunta que con el INADEM se construyó y posicionó un ecosistema emprendedor conformado por universidades; centros de investigación; secretarías de desarrollo económico municipales, estatales y la federal; cámaras empresariales; incubadoras y aceleradoras de alto impacto. 

“¿Que pudo ser más eficiente [el INADEM]? Estoy de acuerdo, pero el modelo que se construyó fue efectivo es perfectible. Pero si no existe un programa como ese, entrarían en recesión algunos de los proyectos emprendedores que hoy tienen muchos jóvenes talentos mexicanos y gente con experiencia que sale de una empresa y que busca emprender, agrega. 

El especialista advierte que regresar a un sistema en el cual solo haya microcréditos y financiamiento propiciará que las MiPyME y emprendedores avancen a un ritmo más lento: Su eliminación [del INADEM] podría constituir un retroceso si no hay otro organismo similar”.

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