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Inversiones en Aguascalientes: un clima extremadamente adverso al riesgo

Si emprender no es una tarea fácil en ningún lugar del mundo, en Aguascalientes puede convertirse en un tormentoso camino por una sencilla razón: no hay inversión. Al menos de la que necesitan los emprendedores de alto impacto, cuya influencia en el PIB nacional es decisiva.

Para Toño Martín del Campo, gerente regional de la aceleradora de negocios Endeavor, “el principal problema que tenemos con los inversionistas en la región es que son exageradamente adversos al riesgo”.

“Hoy hay pocos fondos, por no decir ninguno, en Aguascalientes que están apostando por este tipo de proyectos”.

Según él, “la gente que puede invertir en empresas de reciente creación son los empresarios” locales, pero estos le tienen “aversión al riesgo”. Es precisamente esta forma de pensar la culpable de una triste realidad: por cada diez negocios de reciente creación, solo dos van a sobrevivir “en el mejor escenario”.

“Hoy hay pocos fondos, por no decir ninguno, en Aguascalientes que están apostando por este tipo de proyectos”, lamenta el directivo de Endeavor, algo crítico con las iniciativas, tanto públicas como privadas, que existen para las scaleups de la entidad con deseos de dar el salto.

¿Financiación pública o privada?

Martín del Campo analiza las dos opciones de capital público disponibles para los emprendedores hidrocálidos: el Fondo Progreso y el Fondo Municipal.

“En el caso municipal, los financiamientos son tan pequeños que no ayudan mucho. Sí impulsan a un microchangarro, pero no a un emprendimiento pequeño”, sostiene. No obstante, reconoce la progresiva especialización que experimenta el Fondo Progreso.

Para Endeavor, el estado tiene que migrar a otro tipo de inversiones. “Debemos atraer a los fondos nacionales para que tengan presencia aquí; primero, para evangelizar, porque todavía los inversionistas regionales y locales no entienden bien el juego del capital de riesgo”, observa.

“En el caso municipal, los financiamientos son tan pequeños que no ayudan mucho. Sí impulsan a un microchangarro, pero no a un emprendimiento pequeño”.

Antonio Martín del Campo es de los que piensan que la inversión también es un tema de expertise. “Cada fondo tiene una tesis diferente. Habrá que ver cuáles podemos acercar a Aguascalientes, cuáles empatan con sus industrias estratégicas. Y no necesariamente están listos los emprendedores tecnológicos –por ejemplo– para hacerlo”.

Alguien tiene que poner la mesa

Lo importante –cree el gerente de la aceleradora– es que se dé “un paso coordinado” entre el capital de inversión y la especialización de las empresas regionales.

“Quienes saben de ecosistemas comprenden que lo importante es poner los ingredientes en la mesa; luego nunca sabes cómo se mezclen entre ellos y logren hacer funcionar el entorno de negocios”, aunque “lo que sí puede pasar es que no haya los ingredientes en la mesa.

“Lo que estamos viendo es que hay poca participación de fondos institucionales. En etapas iniciales de emprendimiento no hay casi ninguno y en etapas de dos a cinco años hay algunos escasos en Aguascalientes; pero hoy por hoy hace falta materia prima para este tipo de financiación”, concluye.

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