Diferentes reacciones originó en la iniciativa privada la firma del Protocolo Modificatorio del T-MEC entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, el cual significa un avance significativo en la ratificación del acuerdo comercial tripartita.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, criticó fuertemente al de Andrés Manuel López Obrador, al referirse a él como mal negociador, aseverando que ha habido un claro retroceso en lo que se había obtenido en el cierre de la negociación del año pasado.
«Lo que se cedió ayer es una postura Santanista, porque se parece a Santa Anna, desde que se cedió en el tratado Guadalupe-Hidalgo la mitad de territorio, la historia contemporánea de México no registra un gobierno que haya cedido más», manifestó, en declaraciones recogidas por El Universal.
El líder empresarial manifestó con sorna que si la negociación se hubiera extendido más tiempo, el Gobierno Mexicano habría cedido hasta el Itsmo de Tehuantepec en el T-MEC.
Una postura diametralmente opuesta fue la mostrada por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, quien dijo que la firma del protocolo modificatorio es benéfico para el país.
«Estamos muy contentos; le vuelve a dar una certeza y una certidumbre a inversiones millonarias que había relacionadas con el mercado externo. Hoy esto nos da una certeza en general estamos de acuerdo con todo lo que se firmó».
Al contrario de Hoyos Walther, Lomelí mencionó que el Gobierno Mexicano sí tomó en cuenta la opinión del sector privado antes de firmar el acuerdo. «El domingo pasado se reunió el cuarto de junto, para poder opinar sobre lo que estaba en los últimos momentos negociados», apuntó.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), Enoch Castellanos, sostuvo la postura externada por Salazar Lomelín afirmando que los organismos empresariales integrados por el CCE fueron consultados para revisar algunas de las modificaciones propuestas en el T-MEC, como en el caso de las inspecciones laborales.
“Sí hubo una comunicación constante entre el presidente del CCE y el equipo negociador mexicano”, señaló.
Enoch Castellanos expuso que perciben buena voluntad en el Gobierno de México, sin embargo, dijo que los líderes empresariales deben ser responsables con sus representados y externarles qué consecuencias positivas y negativas tiene el acuerdo y evitar salir a echar las campanas al vuelo.
Otra personalidad que aplaudió el consenso logrado entre las tres naciones fue Manuel Romo, director general de Citibanamex. El directivo dijo que la resolución alcanzada representa un paso más en el objetivo de finalizar el acuerdo comercial.
“Aplaudimos la modernización y las mejoras realizadas en este nuevo acuerdo. Invitamos a las autoridades a que aprueben rápidamente este importante acuerdo y esperamos que los tres países lo ratifiquen”, sentenció.