No por ser previsible deja de ser preocupante. Durante el segundo trimestre de 2020, la economía mexicana registró una caída de (-) 18.9% en su comparación anual, el mayor desplome desde que el INEGI tiene registro, superando con creces las caídas observadas en las crisis de 1995 y 2009.
En el caso de Aguascalientes, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) reportó una desaceleración de (-) 3.2% en los primeros tres meses del año, tras contracciones en las actividades secundarias y terciarias, con caídas de (-) 6.3 y (-) 1.4%.
En declaraciones para Líder Empresarial, el presidente del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Jael Pérez Sánchez, manifiesta que estos resultados son producto de la desaceleración que ya vivía el país al ingresar al presente año, y no son propiamente efectos del COVID-19.
México, ¿caída premonitoria?
Tras cerrar el 2019 con una caída del 0.1% en su Producto Interno Bruto (PIB), México podría encarar en 2020 un hundimiento de doble dígito en su economía derivado de la contingencia sanitaria por la pandemia, consideran varios organismos.
El Fondo Monetario Internacional estima para el presente año un desplome de (-) 10.5%, la peor cifra entre los 10 países más afectados por el COVID-19 en término de contagios, en tanto anticipa una recuperación de 3.3% en 2021.
El corporativo Citigroup proyecta una caída de (-) 11.2%, considerando que la economía de México volverá a su nivel de diciembre 2018 hasta 2025, lo que dejaría como un sexenio perdido en crecimiento la administración de López Obrador.
El consorcio aduce en su previsión la falta de recursos fiscales destinados a mejorar los servicios de salud y la infraestructura del país y aliviar el daño económico que ha resultado de la pandemia.
“Esto también significa que la recuperación debería ser más débil de lo que previmos anteriormente: ahora estimamos que el PIB 2021 se expandirá en un 4.1% desde el 4.8% anterior”.
En entrevista para Líder Empresarial, Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Economía de Grupo Financiero Monex, también señala que las perspectivas económicas dictan que el PIB nacional se contraiga doble dígito.
En ese sentido, menciona que uno de los grandes retos será poder tener una recuperación sostenida en los próximos años, la cual, ante la falta de cambios estructurales en la economía, advierte que podría darse hasta 2025 o 2026.
Por ello, aboga por una integración de esfuerzos entre el sector público, privado, y los consumidores para aprovechar las áreas de oportunidad que se presentan en la actualidad y así mitigar el impacto económico. Por ejemplo, la apuesta hacia el sector energético y las energías renovables:
“Es momento de voltear a ver estas oportunidades, no solamente de acelerar la transición energética, con diferentes productos y servicios asociados a ella. Pero esto requiere de inversión y de una narrativa diferente de empresarios y el sector público”, establece.
El especialista en Economía también señala que deberían de implementarse apoyos dirigidos a los sectores estratégicos y más severamente impactados por la pandemia. “Hay retos específicos en ciertos sectores; hay que proteger el empleo en las industrias y ciudades que se han visto más
afectadas”, expresa.
Expone el ejemplo del turismo, uno de los sectores más afectados y vulnerables ante la crisis pandémica: un estudio del Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac cifra la pérdida de un millón de empleos en este ramo económico.
Aguascalientes, ¿escenario peor?
Estimaciones hechas por el secretario de Comisiones del Colegio de Economistas, Gil Gordillo Mendoza, establecen una caída de doble dígito en la economía hidrocálida para 2020, la cual podría ir desde 10% hasta 15%, motivada por el desplome en la industria manufacturera, principalmente del sector automotriz.
Si bien el profesionista reconoce que Aguascalientes tiene una economía más dinámica que el resto del país, derivado de la importante dependencia de este sector, la afectación en el 2T del ITAEE podría ser más profunda de la que se dio a nivel nacional.
“Dependerá de cómo se comporte la industria en los próximos meses. Pero la prioridad ahorita es preservar el empleo y trazar estrategias para reactivar la manufactura, los servicios, el comercio”, explica.
No obstante, Marcos Daniel Arias señala que la conformación de la Alianza-Centro-Bajío-Occidente (ACBO), la cual está por cumplir su segundo aniversario, supone una ventaja para apalancar la recuperación económica de la región, y además, que puede delinear las estrategias para la Federación y el país.
Para ello, enfatiza que las entidades integrantes de la ACBO deben atajar algunos obstáculos que pudieran limitar la inversión, como los referidos a temas de infraestructura y comunicación entre los estados, pero también lo referido a la seguridad, pues “ha sido uno de los elementos que más ha crecido en la consideración de los inversionistas”, refiere.
El especialista expresa que una mayor coordinación de esfuerzos entre los cinco estados puede servir de pauta para el país y favorecer el clima de inversión no sólo en la región sino en toda la república: “Esfuerzos colectivos como éste podrán movilizar al gobierno federal a adoptar un tono más estabilizador y, por lo tanto, atractivo para capitales globales”, sentencia Marcos.