Aunque el término “Tecnologías de la Información” se remonta a los años 70, ha sido en los últimos veinte que ha alcanzado mayor popularidad, pues ha logrado impactar la vida cotidiana en todos los aspectos.
Investigadores de la Universidad Cuauhtémoc y el Instituto Tecnológico de Aguascalientes se han involucrado en el desarrollo de distintos proyectos utilizando las TI.
Escuela virtual en la nube
Mario Alberto Vargas Moreno es gestor de contenidos de educación a distancia en la Universidad Cuauhtémoc campus Aguascalientes. Actualmente, trabaja en llevar a la escuela virtual hacia la computación en nube. Con este cambio, se pretende dejar de depender de un centro de cómputo físico y, en su lugar, contratar a un proveedor que garantice la disponibilidad del servicio las 24 horas, los 365 días del año.
“Cómputo en la nube es un tema nuevo aquí en México. La principal desventaja es la confidencialidad de los datos. ¿Quién está detrás de la empresa manipulando esta información? y ¿quién garantiza que no hagan filtraciones de mi información?”, comenta Vargas Moreno.
El empleo de la nube tiene varias ventajas; una de ellas es la reducción del presupuesto.
“Hay muchas empresas que están migrando a llevar sus capacitaciones a través de educación a distancia porque ya no invierten en salones, infraestructura; solo se ocupa un sitio bien estructurado, servicio de internet, una planta académica y el personal administrativo”, destaca.
Esta tecnología permitirá a unos pocos monitorear el proyecto de forma remota a través del proveedor y gestionarlo de manera automatizada.
Interacción humano-computadora
Ricardo Mendoza González es investigador y profesor de tiempo completo en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes. Con un interés especial en la relación humano-computadora, decidió enfocarse en la investigación de diseño de interfaces e interacciones de software y hardware.
“Muchos investigadores atacan el problema desde su trinchera; yo me encargo de la última parte, la interacción con las personas. Donde termina el sistema es donde inician las entradas de las personas, es donde interactúan, necesitamos una interfaz para eso”, expresa Ricardo Mendoza.
Con el objetivo de encontrar los mejores elementos de comunicación para adecuarlos a las necesidades de quienes estudian por Cursos Masivos Abiertos en Línea (MOOCS, acrónimo en inglés), Mendoza González comenzó a trabajar en una obra que recopila estrategias de interacción humano-computadora y diseño de interfaces centrado en el usuario de este tipo de cursos (que se implementaron por primera vez en 2008 y en México, solo la UNAM y el Tecnológico de Monterrey los desarrollan).
El libro será editado por la casa internacional IGI Global, tendrá quince capítulos escritos en inglés y contará con la participación de investigadores de universidades de Croacia, Grecia, Estados Unidos, México, entre otros países.
“Hay mucho por dónde aportar: identificar los elementos de las interfaces que ayuden a promover una mejor comunicación entre los estudiantes que usan el curso y los demás miembros inscritos”.
Reconocimiento de firmas
“Siempre tratamos de innovar en esta área o en otra, aplicando diferentes técnicas de tecnologías de la información. Cada uno de los investigadores aporta su granito de arena para avanzar”, afirma el doctor Francisco Javier Luna Rosas, investigador y profesor en el Área de Sistemas y Computación del Instituto Tecnológico de Aguascalientes.
Uno de los proyectos que Luna Rosas desarrolla actualmente es el reconocimiento de patrones aplicado a firmas manuscritas en documentos. Para realizarlo, utiliza técnicas de Machine Learning o máquinas de aprendizaje. También emplea Big Data para acelerar y hacer más eficiente esta tarea.
El proceso de autentificación comienza con la obtención de la firma procedente de algún documento. Después, se hace la extracción de imagen y el preprocesamiento de ésta aplicando reconocimiento de patrones. Al final, se extraen las características que describen los rasgos de la firma, ya sea con técnicas morfológicas o de otro tipo.
“Siempre se investiga pensando en dar solución a problemáticas sociales de diferentes áreas”.
Diagnóstico de cáncer de mama, un proyecto biológico
“Diagnosticar la metástasis del cáncer de mama con aprendizaje supervisado y no supervisado en espectros raman de tejidos sanos, benignos y dañados”, es el segundo proyecto en desarrollo del doctor Francisco Javier Luna Rosas.
“Nosotros nos dedicamos únicamente a procesar datos con una computadora y, desde esa perspectiva, visualizamos y hacemos diagnóstico de cáncer de mama”.
El modelo se trabaja de forma conjunta con el Centro Universitario de los Lagos, el cual proporciona la información en señales que representan tejido dañado o sano. El análisis de estos datos se realiza por medio de un algoritmo inteligente diseñado en el Área de Inteligencia Artificial o Machine Learning.
Este algoritmo es capaz de aprender los patrones obtenidos de cada señal, por lo que realiza el diagnóstico de cáncer basado en ellos.
“Cualquier investigador que visualiza el estado del arte y está en vanguardia con las TI puede innovar, ya sea con técnicas actuales o con técnicas que estén por descubrirse”.