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¿Qué indica el Semáforo Delictivo en Aguascalientes?

El semáforo delictivo responde a una metodología de rendición de cuentas que evalúa el desempeño de las autoridades y de la incidencia delictiva. Su fin radica principalmente en conocer el estado de los delitos de una manera sencilla. Sobre todo, sirve para que las autoridades tomen mejores decisiones.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, las cifras de incidencia delictiva se desglosan de la siguiente manera:

La Estrategia de Semáforo Delictivo plantea otorgar un tratamiento específico a cada tipo de delito (ya sean socio-familiares, patrimoniales o del crimen organizado). Aunque algunos se traslapan y se entrelazan, cada uno tiene causas y tratamientos diferentes.

Finalmente, sobre la metodología para lograr esta visión de un México en paz propone la utilizada por Semáforo Delictivo, a la que califica de sencilla y efectiva.

Consiste en cinco acciones: focalizar, medir, comunicar, tomar decisiones y evaluar.

La incidencia delictiva en Aguascalientes

En violencia familiar se registra un descenso de 125 casos a 108; un valor que está por debajo de la media, pero por encima de la meta de 90 casos mensuales. En el 2020 la violencia familiar fue muy alta, osciló entre 144 y 223 casos reportados.

En narcomenudeo se registra un notable aumento de 208 casos a 310; un valor que no sólo está por encima de la media, sino que incluso casi triplica el valor meta de 125 sucesos mensuales. En el 2020 los acontecimientos narcomenudistas oscilaron entre 40 y 336 casos reportados. Esto se considera como semáforo en rojo.

En robo a casa se registra un descenso de 220 casos a 183; un valor que está por debajo de la media, pero ligeramente por encima de la meta de 175 casos mensuales. En el 2020, los robos a casa oscilaron entre 143 y 258 casos reportados.

En lesiones se registra un incremento de 228 casos a 250; un valor que está por debajo de la media, pero por encima de la meta de 230 casos mensuales. En el 2020 las lesiones oscilaron entre 220 y 366 casos reportados.

En robo a vehículo se registra un incremento de 114 casos a 119; un valor que está por debajo tanto de la media, como de la meta de 150 casos mensuales. En el 2020, los robos a vehículo oscilaron entre 109 y 188 casos reportados.

En robo a negocio se registra un descenso de 151 casos a 124; un valor que está por debajo tanto de la media, como de la meta de 140 casos mensuales. En el 2020 los robos a negocio oscilaron entre 137 y 201 casos reportados.

En violación se registra un descenso de 33 casos a 26; un valor que está por encima tanto de la media, como de la meta de 17 casos mensuales. En el 2020, las violaciones repuntaron hasta alcanzar entre 17 y 30 casos reportados. También esta cifra califica en el semáforo en rojo.

La Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas indica que la violencia deja marcas duraderas en las vidas de las familias y los niños. A menudo, tiene consecuencias irreversibles en su desarrollo, su bienestar y sus oportunidades de prosperar en la vida. No solo afecta a sus víctimas, sino que debilita los cimientos mismos del progreso social, ya que genera costos altísimos para las colectividades, desacelera el desarrollo económico y erosiona el capital social de las naciones.

Por eso, proteger a las mujeres y los niños frente a la violencia es un imperativo de los derechos humanos, así como una cuestión de buena gobernanza y un aspecto clave desde el punto de vista económico. La violencia será cosa del pasado solo cuando los países adopten medidas tangibles que reflejen los valores, propósitos y metas de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible.

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