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¿Qué hay en el ADN de los emprendedores?

La influencia que algunos rasgos de nuestra personalidad tienen en el tipo de carreras que nos atraen no es una novedad.

Desde la década de 1950 el psicólogo John L. Holland desarrolló un catálogo de seis personalidades, entre las que ya distinguía a la emprendedora. Con base en esa lista, Holland y Linda Gottfredson desarrollaron en 1991 el Inventario de Clasificación de Ocupaciones que distingue entre trabajadores realistas, investigadores, artísticos, sociales, emprendedores y convencionales.

Pero a últimas fechas, los emprendedores parecen ser más jóvenes y llegar al éxito con menos tiempo y esfuerzo que antes. ¿Por qué? Líder Empresarial se le preguntó al encargado de la incubadora de empresas de la UAA Jorge Verdín y esto fue lo que nos respondió.

    1. Su perspectiva del mundo es distinta. “Entienden el mundo de una perspectiva diferente. Han crecido en la era de la digitalización y su forma de atender las problemáticas es completamente diferente”, dice Verdín Quezada.
    2. Son líderes. Aunque las habilidades innatas de liderazgo ya las tomaba en cuenta Holland, el titular de la incubadora de la UAA señala que actualmente “las universidades tienen perfiles de egreso que incluyen este tipo de formación” e incluso desde el nivel primaria se fomenta el desarrollo del liderazgo con enfoque empresarial
    3. Son naturalmente tenaces. “No le tienen miedo al riesgo, son persistentes y tienen gran capacidad para levantarse del fracaso”, observa.
    4. Tienen una propuesta de valor clara. “Eso le da posibilidades de ser más exitosos, porque integran propuestas de valor para el mercado a sus productos o servicios”.
    5. Son gestores de recursos. “Aparte de que calculan riesgos de forma más asertiva, saben aprovechar la política pública que se está construyendo para crear un ecosistema emprendedor”.

La edad, un pretexto

Si bien la mayoría de los emprendedores son jóvenes, la edad no es un factor decisivo para emprender. La ventaja, puntualiza Verdín, es que da más tiempo.

“El joven tiene tiempo de rectificar; si se cae, puede pivotear el producto o la idea y sigue teniendo tiempo. Alguien mayor tiene prioridades diferentes. Aun así, hoy en día podemos estudiar, podemos trabajar y podemos emprender porque las mismas empresas y las instituciones necesitan intraemprendedores. Y son competencias que las instituciones de educación superior están tratando de poner en los egresados”, señala.

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