Por Xicoténcatl Morales Hurtado, Director de Grupo Gavata
Los especialistas en salud pública difieren de entrada y no están muy seguros sobre si el anunciado “rebrote” es efectivamente un repunte del COVID-19 o una continuación del virus que no se ha podido domar por los decretos sanitarios emprendidos hasta ahora.
El punto aquí es que la noticia abre mucho espacio para la preocupación e inestabilidad, enemigos ambos que han ceñido los últimos meses de trabajo. El ritmo atípico de las faenas que se han ido adaptando sobre la marcha ha generado ya ciertos estragos en el desempeño y productividad de los equipos de trabajo que colaboran en el sostenimiento de las actividades productivas de muchas unidades de negocio, dependencias, etcétera.
Los casos más graves los tenemos en la lista de firmas que han cerrado definitivamente sus puertas por falta de sustentabilidad; a quienes han afrontado ese difícil escenario deseamos nuestras mejores intenciones y que el tiempo presente sea óptimo para un rediseño que les permita reiniciar servicios en el nicho donde llevaban a cabo una valiosa labor o en uno nuevo. Ante este escenario los dueños de negocio pueden aplicar algunas medidas de gestión psicoafectiva para minimizar el impacto de este enemigo microscópico que ha sido tan dañino a la economía, la salud y a la moral de los empresarios.
Evaluar y volver a planificar
«Las crisis –dice Ed Cole– son la principal razón detrás de los sentimientos que nos hacen rendirnos». La que afrontamos hoy en el mundo no es menor ni debe subestimarse. En tiempo de crisis –afirma este autor– podemos ser tentados a decirnos “déjalo todo”, “ríndete”, “olvídalo”.
Palabras duras ante las que las habilidades blandas nos permiten esgrimir algunas tácticas de resiliencia organizacional:
a) Evalúa la posición en la que estás ahora: haz un diagnóstico cuali y cuantitativo de lo que este cierre de año te ha dejado en utilidades, ganancias financieras y emocionales, aprendizajes y prácticas al interior de tu firma.
b) Vuelve a planificar sin temor a que el 2021 presente la misma discontinuidad y desajuste. Tener una planificación es mejor que sólo reaccionar a lo que va aconteciendo. Las semanas que quedan del año son un excelente tiempo para sentarte a rediseñar tareas, agendas, estrategias de cambio o reajuste.
No te rindas
Siguiendo al autor que hemos citado, él dice: «Rendirse y ceder durante una crisis es una de las decisiones más desmoralizadoras que podemos tomar. Sin embargo, enfrentar la crisis y luego vencerla puede guiarnos a nuestro mayor éxito».
En esa sintonía, date el tiempo de asentar las ideas y emociones que han estado afectando tu enfoque, estado de ánimo y visión de futuro. Las crisis son cambios drásticos, incluso trágicos, pero cambios al fin. Añade a la lista anterior dos elementos más:
c) Quita de tu agenda las cosas que están creando conflictos o agudizando presiones innecesarias. No sumes más tareas improductivas y enfócate en las genuinas prioridades.
d) Evoluciona y afronta los desafíos de esta temporada echando mano de destrezas que sí o sí necesitas adquirir. Sal de la zona de confort y del ciclo de tareas que te llevan al mismo lugar. Desarrollar mejores actitudes de venta o refrescar tus métodos internos son algunos ejemplos que pueden dar contenido a este inciso.
Rompe con el esquema de información degenerativa
Los medios de comunicación, las noticias virales en redes sociales y muchas otras fuentes de información que hoy están arrojando cantidades ingentes de reseñas nos tienen viviendo al filo de la navaja. Es bueno considerar los datos pero no ceder nuestra atención a ese enemigo interno llamado temor. La mitad o menos de lo que dicen los medios (sobre todo maliciosos) es correcta. En realidad esos medios tienen la misma información que tú. Por ello, concluimos con otras dos medidas saludables:
e) Busca ayuda para afrontar experiencias que están haciendo de tu jornada un ciclo de agotamiento. Decide a quién contar con franqueza los pensamientos que atormentan tu perspectiva de negocio.
f) Toma control… Esta medida incluye no reaccionar sin considerar la responsabilidad de las decisiones que tomes para rediseñar el destino de tu compañía. El estrés hace las crisis insoportables, por ello y más que nunca necesitas la claridad y el punto de apoyo para dar a tu persona y empresa el soporte adecuado ante el rebrote de la pandemia.