Ante la inminente entrada en vigor del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), vale la pena hacer un breve análisis para entender qué es y cuáles son sus ventajas y desventajas para México.
El 5 de octubre de 2015, doce países (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) firmaron este tratado de libre comercio que sería el más grande y ambicioso de la historia, pues 40 por ciento de las operaciones de comercio internacional del mundo provienen de las naciones participantes.
¿Qué es el TPP?
El Acuerdo Transpacífico busca rebajar o eliminar los aranceles impuestos a los bienes y servicios que se intercambian entre los países en cuestión. Su objetivo principal es que los gobiernos suscriptores tengan leyes lo más parecidas posibles en ciertos rubros como: propiedad intelectual, derecho laboral, derecho ambiental, derecho comercial, derecho internacional, inversiones y licitaciones internacionales, entre otros.
¿Dentro de cuánto tiempo entrará en vigor?
Como cualquier otro tratado internacional, una vez que se terminen las negociaciones (febrero de 2016), las entidades responsables de cada nación lo someterán a ratificación (en el caso de México, requiere la aprobación del senado). Este proceso puede tardar hasta dos años; sin embargo, bastará con la aprobación de la mitad de los participantes para que entre en vigor.
¿Va a convenir más importar que exportar?
Este es uno de los puntos más controvertidos del tema. La apertura de los mercados tiene como intención liberar el intercambio de bienes y servicios; no obstante, esto daría como resultado una situación un tanto compleja: por un lado, el TPP convendría a los empresarios como compradores de insumos (importadores) porque comprarían más barato (los aranceles que pagan por el ingreso de determinados productos al país decrecerían); por otro, como exportadores tendrían que vender más barato también, pues la competencia sería mayor.
Tras considerar esto, es de suma importancia determinar en qué parte resultan las empresas mexicanas más afectadas, así quizá se llegue a una resolución… Se va a comprar más caro de lo que se vende, porque a lo comprado solo se le bajará el costo de los aranceles, mientras que a lo que se vende se le reducirá el precio para ganar competitividad.
En conclusión, hay que considerar el lado bueno de todos los acuerdos internacionales, el cual debe estar enfocado en el logro del bienestar de todas las partes involucradas. Si esto se lograra con el TPP, bienvenido; pero si no es así, valdría la pena reconsiderar la entrada a este. La distribución de los beneficios debe ser adecuada no solo para los grandes consorcios; sino también para toda la sociedad.