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¿Qué es la ejecución en la empresa?

Por: Roberto von Bertrab González

La ejecución conecta los propósitos con los resultados y esa es la tarea más importante de cualquier empresario. Es el tercer paso de la gestión empresarial: el proceso de llevar a cabo las acciones que se generaron en la fase de planeación.

Efectivamente ejecutar es uno de los pasos más importantes en la gestión de las empresas. Con cierta frecuencia, se observan casos en los que “los planes no se ejecutaron”, “las acciones acordadas no se llevaron a cabo”, “no se alcanzaron los objetivos trazados”, etc. Por eso, es muy importante entender bien que es la ejecución empresarial.

Ejecutar es el proceso dinámico de convertir en realidad la acción que ha sido planeada y organizada. Se trata de lograr que los colaboradores de la empresa alcancen los objetivos, y significa realizar las actividades establecidas en el plan.

Crear un ambiente de ejecución es difícil; sin embargo, perderlo es fácil. El problema es que la gente piensa que la ejecución es el aspecto táctico del negocio, algo que los líderes delegan mientras enfocan su atención en otros “aspectos más importantes del negocio”. Esa idea está equivocada. La ejecución no es solamente táctica; es una disciplina y un sistema. Debe ser construida como parte de la estrategia de la compañía, de sus resultados y su cultura.

Cuando las empresas no cumplen sus objetivos, la explicación más frecuente es que la estrategia del director general era incorrecta. Sin embargo, la estrategia en sí misma no es normalmente la causa. Las estrategias fracasan generalmente debido a que no son bien ejecutadas: las cosas que se supone que deben ocurrir no ocurren.

La ejecución es el proceso sistemático de discutir implacablemente los cómo y los qué, cuestionar, dar seguimiento con persistencia y asegurar la rendición de cuentas. Incluye: evaluar el entorno de negocios y la capacidad de la organización, conectar la estrategia a las operaciones y a las personas que van a implementar la estrategia, coordinar a esas personas, y ligar las recompensas a los resultados.

En su sentido más simple, la ejecución es una manera de exponer la realidad y actuar en ella. Tenemos buenos ejemplos de estilos de administración que se caracterizan por su dureza y franqueza, así como por su efectividad. A nivel internacional, está Jack Welch, exdirector general de General Electric, quien impulsó el realismo en todos los procesos de administración y convirtió a G.E. en un modelo de la cultura de la ejecución.

“Enfrenta la realidad tal como es, no como era o como desearías que fuera” Jack Welch

En ocasiones nos encontramos con que el director general y su equipo de líderes de alto nivel dedican poco tiempo para revisar los planes de personal, estrategia, y operaciones (los tres procesos base de la ejecución). Por lo general estas revisiones no son muy interactivas, la gente se sienta de manera pasiva a mirar presentaciones de Power Point. No formulan preguntas, no debaten, y por lo tanto se marchan sin tener compromisos con los planes de acción que han ayudado a crear.

Se necesita un diálogo fuerte para que salgan a flote las realidades del negocio, así como establecer una rendición de cuentas respecto de los resultados (discutidos abiertamente y acordados por quienes son responsables). Así se podrá lograr que las cosas se hagan y recompensar a los que tengan mejor desempeño. Implica dar seguimiento puntual a los planes de acción para asegurar que marchen conforme a lo previsto.

Es en estos procesos es necesario decidir las cosas que importan para la ejecución. Los negocios que ejecutan lo hacen con seriedad, intensidad y profundidad. ¿Qué personas harán el trabajo y como rendirán cuentas? ¿Qué recursos humanos, técnicos, financieros, y de producción son necesarios para ejecutar la estrategia? ¿Qué indicadores servirán para medir los resultados?

Las personas que participan en los procesos de la ejecución discuten estas preguntas y otras más, buscan conocer la realidad y llegan a conclusiones prácticas. Todos acuerdan cuales son sus responsabilidades para lograr que las cosas se hagan y todos se comprometen con esas responsabilidades.

“Porque la diferencia entre una empresa normal y otra extraordinaria está en la ejecución, en hacer las cosas cuando hay que hacerlas”. Ram Charan y Larry Bossidy

Roberto von Bertrab González
Licenciado y Maestro en Administración con amplia experiencia en diversas empresas e industrias. Director de Capital Humano y Seguridad de la reconocida empresa Trucka USA. Miembro de la “Sociedad para la Gestión del Capital Humano” (“SHRM” por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos de América. Consultor de negocios certificado.

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