Tras la invasión rusa a Ucrania, el presidente Volodymyr Zelensky pidió a la comunidad internacional la expulsión de Rusia del sistema SWIFT ( Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales) como sanción al despliegue militar que el Kremlin inició en su país.
Aunque Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea prometieron sanciones económicas sin precedentes para Rusia, lo cierto es que aún hay falta de consenso especialmente entre Occidente, además de que muchos países europeos no ven tan viable esta medida, ya que podría ser contraproducente para sus economías.
¿Qué es el sistema SWIFT?
La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales, (SWIFT, por sus siglas en inglés) es el principal sistema de mensajería que utilizan los bancos para realizar pagos transfronterizos rápidos y seguros.
Fue creada en 1973 y transmite más de 40 millones de mensajes al día, informando a los usuarios cuando sus pagos se han enviado o cuando los reciben. Es utilizada por 11.000 entidades bancarias en más de 200 países y permite que el comercio internacional fluya sin problemas.
Se cree que más del 1% de los millones de dólares que se intercambian gracias a ella involucran transacciones rusas.
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¿Es posible excluir a Rusia?
Según la Asociación Nacional Rusa SWIFT, su nación cuenta con alrededor de 300 organizaciones afiliadas y trabajan en más de 68 ciudades. Lo que lo hace el país con más usuarios en el sistema, sólo por debajo de Estados Unidos.
Además de que pertenece a la alianza europea de usuarios de SWIFT, que representa 40 por ciento del tráfico interbancario mundial y sus instituciones financieras afiliadas realizan el 80% de las liquidaciones.
Por lo que varios líderes mundiales consideran que esta sanción podría afectar a las economías europeas. El primer ministro holandés, Mark Rutte, señaló que “varios países dudan, ya que tiene graves consecuencias para ellos mismos”, así que considera que esta opción sería viable como último recurso.
Otro país que se cree, es el principal oponente a que se excluya a Rusia del sistema SWIFT es Alemania, pues tanto esta nación cómo Austria, Finlandia, Polonia es dependiente el gas ruso y usan esta plataforma para pagar el hidrocarburo a Moscú, por lo que la medida podría causarle problemas al bloque.