Icono del sitio Líder Empresarial

¿Qué es el ROI? Parte 1

¿Qué es el ROI? Es una pregunta que me hacen en muchas ocasiones, ya sean mis alumnos en clases, clientes, asistentes a conferencias, amigos, etcétera.

La respuesta simple es que el ROI, según sus propias siglas en inglés lo definen, es el Return On Investment o Rendimiento sobre la Inversión. Eso significa que estamos midiendo cuánto es lo que obtenemos (medido como número proporcional, relativo o porcentaje) sobre el dinero que invertimos.

Esta métrica es particularmente útil al momento de analizar y evaluar un proyecto (y de aquí es donde nace su popularidad), aunque yo también lo aplico para cualquier decisión relativa a una inversión, la cual se define como un acto distinto a un gasto que busca obtener un rendimiento positivo a futuro y se asocia a un nivel de riesgo específico.

Una inversión es, entonces, cualquier desembolso de efectivo que hacemos con la expectativa de obtener un rendimiento. Algunos ejemplos de esto son: comprar un terreno para esperar que suba de precio, comprar un carro para revenderlo, comprar granos y venderlos a futuro, comprar acciones de una empresa, abrir un negocio nuevo, comprar dólares (USD) y venderlos después. En todos los casos, lo que podemos observar es la lógica del inversionista y la máxima de los vendedores: compra barato y vende caro.

Tenemos entonces tres variables a analizar:

1. El precio de lo comprado o monto inicial de la inversión

2. El precio o monto final

3. El periodo de tiempo transcurrido (la forma de calcularlo será: el rendimiento que obtenemos está dado a plazo, esto es, que se generó durante el espacio de tiempo que tuvimos la inversión).

La forma de calcularlo será entonces:

Así, si compramos un terreno en 2005 y lo vendemos hoy, nuestro plazo fue de diez años, mientras que si revendemos unos dólares que compramos en enero, el plazo es de solo tres meses. ¡Los rendimientos no pueden compararse! ¿Qué hacer? Convertirlos a una tasa equivalente, anualizada.

Cuando analizamos el ROI utilizando información de nuestra empresa, lo que hacemos es tomar información de resultados (Utilidad Neta –que es la más comúnmente utilizada–) y la comparamos con los medios que utilizamos para lograrla, esto es, la inversión que realizamos en el capital de la empresa. Entonces:

La operación, en realidad, es muy sencilla, pero su aplicación es muy poderosa. El resultado que obtenemos nos dice cuánto (como porcentaje) es lo que obtuvimos sobre lo que invertimos para poder así compararlo con el costo de nuestra inversión.

Si el rendimiento es más alto que nuestro costo, entonces tenemos un rendimiento positivo, en realidad ganamos. En caso contrario, si el costo es más alto y el rendimiento no alcanza si quiera a cubrir ese costo, entonces perdemos, destruimos valor.

Aquí es donde se centra la pregunta más importante: ¿Cuál es mi costo? Si estamos analizando una inversión desde la perspectiva personal, el costo debe ser el costo de oportunidad que estamos dejando pasar. Por ejemplo, si estoy invirtiendo en un negocio, el rendimiento que espero obtener debe ser mayor al que podría obtener por otra inversión.

En el caso de la empresa, existen técnicas y modelos matemáticos que nos ayudan a calcular ese costo, ajustándolo al riesgo relativo de nuestra industria. Por ejemplo, el CAPM.

En la siguiente semana, vamos a explorar más sobre los usos de esta métrica o razón financiera, y cómo ha permeado en todos los departamentos de la empresa.

¡Saludos!

@egzva

Salir de la versión móvil