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Putin: símbolo de fortaleza y unión nacional

Escrito por Paola de la Torre

Pocas son las historias de crecimiento personal que terminan en éxito y popularidad a nivel mundial; tal es el caso del ahora presidente de la Federación Rusa, Vladimir Vladimirovich Putin, quien este año ya ha cumplido dos décadas de estar en el poder. Pero ahí no acaba, su mandato termina hasta el año 2024. ¿Por qué ha durado tanto en el poder? ¿Por qué se convirtió, además, en un símbolo de fuerza? La imagen, que poco a poco se ha ido construyendo este líder, le ha valido la aprobación de su nación y la popularidad que hoy lo caracteriza. Vladimir Putin es un hombre que propone un nuevo orden dentro de su nación. 

La formación del líder

Nació un 7 de octubre de 1952 en Leningrado, lo que conforma en la actualidad San Petersburgo. Proviene de una familia de obreros. Se crió en la pobreza, bajo muchas deficiencias, sin embargo, eso no le impidió el crecimiento que más tarde tendría. Su madre fue practicante de artes marciales, y aunque se opuso a que su hijo se acercara a ellas, Vladimir, a los 11 años, ya ejercitaba Sambo y Judo, disciplina en la que alcanzó la cinta negra, además de otros títulos que demuestran su dedicación y maestría en dichas disciplinas.  

Más tarde entró a estudiar a la Universidad Estatal de Leningrado, donde se graduó de Derecho. En dicha institución conoció a quien más tarde sería su asesor político: Anatoli Sobchack. Desde joven, Putin tenía un sueño, el cual era formar parte de la KGB, una asociación de seguridad de la Unión Soviética, similar a lo que representa la CIA en Estados Unidos. Su sueño se vio cumplido en el año de 1975, ingresando al área del servicio de contraespionaje. Como parte de su servicio en la organización, estuvo cinco años en Alemania investigando a la OTAN, quien en ese entonces, era enemigo de la Unión Soviética. 

Tras la caída del muro del Berlín fue llamado de vuelta a la URSS, a la universidad en la que había realizado sus estudios, para que fuera asesor de asuntos exteriores del rector Anatoli Sobchak. Finalmente renunció a la KGB en 1991, lo que daría paso a su prolífica carrera política.

Su carrera política 

En el año de 1991 trabajó en la alcaldía de San Petersburgo como presidente del Comité de Relaciones Exteriores en el periodo de gobierno de Sobchak, donde profundiza en conocimientos sobre economía. Conoce a Anatoli Chubais, padre de la privatización y es gracias a estos dos políticos que Putin pasa de lo regional a lo nacional. 

Se ganó la confianza de sus compañeros y por eso mismo ascendió fácilmente hacia un poder mayor. En 1996 emprende el rumbo hacia el Kremlin. Dos años más tarde es nombrado Jefe de la FSB  por el primer presidente de Rusia luego de la lamentable caída de la URSS, Boris Yeltsin. La FSB funge como la nueva KGB en el nuevo periodo político en el que entró Rusia como federación. Más tarde, en 1999 le ofrecen el cargo de Secretario del Consejo de Seguridad. Este es un año relevante en la carrera política de Putin, puesto que marca el principio de lo que conocemos hoy en día. En diciembre de ese año se convierte en presidente interino de la nación. 

Es hasta el 26 de mayo del año 2000 cuando es electo como presidente. Durante su primera administración pone un alto a la oligarquía empresarial, que durante la administración pasada había adquirido poder gracias a las alianzas que tenían con el presidente. Declaró que las empresas no tienen nada que ver con los asuntos políticos. A partir de ahí impulsó el crecimiento económico, multiplicando los ingresos promedio hasta por diez. 

En la Constitución rusa está claro que un presidente no puede cumplir con más de dos mandatos seguidos, entonces, ¿cómo es que Putin ha estado tanto tiempo en el poder?  No todo el tiempo ha sido presidente, después de sus dos mandatos, pasó a ser Primer Ministro de 2008 al 2012. Luego fue electo presidente una vez más por dos ocasiones. La última de éstas en 2018, que le otorga el poder hasta el 2024. 

Putin: símbolo de fortaleza y unión nacional 

Al igual que en sus anteriores actividades antes de ejercer como presidente, Putin se ganó la confianza de un pueblo entero que está orgulloso de su presidente y que deposita en él toda la esperanza de concretarse como una de las naciones con más alcance a nivel mundial, como toda una potencia. La revolución rusa fue uno de los acontecimientos históricos más importantes del siglo pasado, y es sin duda, uno de los más extraordinarios en la historia de la humanidad, así como la primera vez que nace un país regido por el comunismo. 

Luego de la caída de la URSS Putin reconoce que ese tipo de economía no condujo al bienestar del pueblo, sin embargo, nacionalizó muchas de las empresas reconociendo la importancia del Estado dentro de la economía, pero haciendo uso de la memoria histórica, también da poder económico a las empresas privadas, que a su vez ayudan a la alza económica que tuvo y que mantiene Rusia. 

Putin es un restaurador de la nación, si bien no niega ni reprocha del todo la época soviética, sí trata de recuperar tradiciones de la antigua Rusia zarista; tradiciones imperialistas que traen consigo tintes ortodoxos, y es de alguna manera, una vuelta hacia atrás, pero teniendo en cuenta los acontecimientos de la revolución rusa y por lo que se apeló en aquellos tiempos.

La caída de un imperio que oprimía a obreros y campesinos para llenarse los bolsillos con su sudor. Su popularidad y su inminente nacionalismo acaparó a la población rusa y se ganó con ello muchos seguidores que admiran y agradecen el trabajo que ha hecho por su nación; el orgullo patriótico es otra de las características que más resaltan del líder ruso. 

Pero además de ser un símbolo de fortaleza no sólo física sino también mental, se ha ganado la simpatía del pueblo al mostrarse enteramente humano, amante y protector de los animales. Su asistencia a diferentes actividades para ayudar a la población de primera mano son dignas de admirar; y no podemos pasar por alto sus dotes artísticos que le dan el complemento perfecto para asumirlo como un líder capacitado no sólo en militancia, economía y política, sino también en cuestiones sociales y humanísticas.

Es sin duda un referente de orgullo y de ejemplo para sus seguidores, puesto que está unido a sus orígenes y sus tradiciones, además de estar enteramente comprometido con el bienestar de la ciudadanía y el desarrollo de su país.  Si hay un logro que deba celebrarse a este líder, es la unificación que ha logrado,con lo que crea un nuevo modelo de nación.

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