Zacatecas es un estado minero, en el que las oportunidades parecen inagotables. Desde su fundación, la actividad extractiva ha sido esencial para el desarrollo de los municipios en los que se lleva a cabo. Durante la Nueva España se descubrió el potencial de la entidad, mismo que prevalece hasta ahora. Los dos pueblos mineros que abordaremos dieron mucho de qué hablar en su momento, aunque ahora se encuentran casi en el olvido.
Aranzazú del Cobre y Noria de San Pantaleón fueron importantes centros mineros durante la época virreinal, pues sus vetas parecían inagotables. Con el paso del tiempo el escenario cambió, provocando que en la actualidad apenas tengan habitantes.
Aranzazú del Cobre
Este pueblo fantasma se encuentra en el municipio de Concepción del Oro, en el norte del estado. De acuerdo con la información expuesta por OutletMinero, el sitio está ubicado a “7 kilómetros al sureste de la cabecera municipal, por el antiguo camino a Aalaverna y Mazapil, a 2 mil 540 metros de altura sobre el nivel del mar, en el Cerro del Hundido, a un costado del Cerro del Temeroso”.
Durante su esplendor se extraían minerales como:
- Oro
- Plata
- Cobre
- Zinc
Después de muchos años, el sitio ha recobrado relevancia gracias al turismo paranormal. El interés por visitarlo se alimenta de las historias de los pobladores vecinos, quienes hablan de apariciones fantasmales y avistamientos ovni.
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Noria de San Pantaleón
El segundo de los pueblos mineros tiene más de 450 años de antigüedad y está ubicado en el municipio de Sombrerete. Siguiendo con la información de Outlet Minero, para llegar desde la cabecera municipal, se debe tomar “la carretera hacia la ciudad de Durango, y, en el kilómetro 11, se debe tomar el camino a San Martín, luego de 4 kilómetros y pasando este poblado, se encuentra una desviación que indica el camino a la Noria y Cerro el Papantón”.
Durante su esplendor se extraían minerales como:
- Plomo
- Zinc
- Cobre
- Plata
- Oro
Los Jales son uno de los lugares que más llaman la atención en el pueblo, los cuales se originaron tras la extracción de minerales, misma que empezó en 1553. Ahí también se puede visitar el Templo, en el que hay muestras contundentes del arte novohispano, así como llamativos ornamentos.