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Proyecto de titulación: su propia empresa

Ganaron un concurso de incubación en 2014. Meses después, tienen una empresa de TI en expansión… y todavía no se gradúan de la universidad.

Francisco Ornelas, David García, Hugo Medina, Julio García, César Ureño y Amaury Esparza conforman hoy CCCEO, una desarrolladora de software que se originó en concursos de apps y nació gracias al concurso de incubación Emprende UAA.

Cerca de su primer aniversario como empresa, se derivó de esta startup Azteca Games: una división que crea videojuegos y cuyo primer lanzamiento, Castle Destroy, supera las 4,000 descargas en la Play Store de Android. Sus éxitos siguen:

“Obtuvimos una licencia por parte de PlayStation para desarrollar para su consola. Los últimos trabajos que estamos haciendo con videojuegos son para poder publicar en ciertos mercados, los cuales no son tan populares, como Android o la tienda de Apple, pero nos permiten hacer un poquito más las cosas que nosotros sabemos hacer y podemos hacer”, narra César Ureño.

Al ganar el concurso Emprende UAA 2014, los futuros ingenieros de CCCEO/Azteca Games entraron a un proceso de incubación, el cual les ha permitido conformarse como un negocio formal y crecer, a pesar de su poco tiempo de existencia.

Jorge Verdín, el director de la incubadora de empresas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), los “estructuró”, reconocen los jóvenes. Gracias al proceso de incubación, estos futuros ingenieros desarrollaron las habilidades administrativas que su perfil profesional no contemplaba.

“Teníamos la intención de hacer algo muy grande o algo que en realidad no estaba bien encauzado. Llegar a la incubadora, todas las guías que nos dieron, todos los cursos y apoyos, pláticas, reuniones mensuales y empezar a trabajar, cambió toda la dinámica de lo que hacíamos. Los procesos, forma de trabajar, lo que queríamos hacer también cambió un poco. Queremos especializarnos en algo, no abarcar todo el mercado porque, al final de cuentas, no abarcas nada”, Francisco Ornelas, uno de los líderes del equipo.

Después de mentorías y de mucho trabajo –pasan casi todo el día en las oficinas de la incubadora de empresas–, estos universitarios han incrementado su clientela, establecido y mejorado sus procesos, e incluso han aprendido a evaluar su trabajo.

“Aquí se nos dieron las herramientas y ya comenzamos a utilizarlas para poder aplicarlas. Actualmente, cotizamos para algunas de las páginas aquí en la universidad y estamos cotizando para algunos sistemas ya por fuera, con clientes diferentes”, celebran.

Además de los videojuegos, estos jóvenes han desarrollado un sistema de gestión de citas para consultorios dentales, un punto de venta para Pymes y el desarrollo de páginas web para compañías.

A semanas de salir de la universidad, los seis emprendedores saben qué quieren hacer después de la graduación: hacer crecer su negocio.

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