Este año que empieza, inicia con muchas preguntas sobre que nos depara en el ámbito económico como País durante el presente año.
Seguramente nos hemos preguntado ¿Por qué ha caído el precio del petróleo?, ¿Hasta dónde llegara esa caída?, ¿Hasta dónde llegara el tipo de cambio?, estas son algunos de los cuestionamientos que nos hacemos para tratar de comprender cuales serán las expectativas económicas para el 2015.
Algunos analistas ven como principal razón del porque la caída del precio del crudo, siendo esta, la más realista y clara, es simplemente una guerra por mantener mercado entre productores tradicionales (Arabia Saudita, Emiratos Árabes, etc.) y los nuevos participantes del mercado (Estados Unidos).
Hay que recordar que los Estados Unidos está viviendo una verdadera revolución energética con el “shale gas” (gas y petróleo de lutitas) este gas y petróleo que se obtiene rompiendo la tierra, ha colocado a los Estados Unidos como una verdadera amenaza para Arabia Saudita sobre quien será el líder productor del petróleo.
La llegada de Estados Unidos como productor líder ha tomado por sorpresa al mercado y ya se habla de que en estos momentos existe una sobre oferta de petróleo.
Los árabes, en lugar de cortar su producción como tradicionalmente lo hacen para defender los precios, esta vez han optado por continuar con sus mismos niveles de producción para no perder mercado y de la misma manera, meter en problemas a su nuevo competidor ya que los costos de producción de estos últimos son mucho mayores que los costos que tienen los árabes para extraer petróleo de sus respectivos países.
A pesar de lo anterior las finanzas publicas de nuestro país prácticamente no tendrán problemas ya que si bien, el presupuesto se elaboro con un precio por barril de 79 dólares, se compraron coberturas para venderlas a 76 dólares y a través del fondo de estabilidad del precio del crudo se aportarían los 3 dólares restantes para evitar un desfase sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Podemos concluir que el año 2015 será un año de desafíos en el que debemos de empezar a ver los resultados de las reformas estructurales que se aprobaron, en donde deberemos de trabajar en unidad e impulsar una mayor participación ciudadana en los procesos gubernamentales, no solo mantener una democracia electoral sino alcanzar una verdadera gobernanza participativa.