Pese a que la industria automotriz mexicana ya es considerada como una actividad esencial y retomará la mayoría de sus actividades a partir del próximo lunes, la baja en ventas nacionales y exportación de vehículos nuevos pone en un momento agridulce al sector.
De acuerdo con Cuitláhuac Pérez Cerros, presidente del Clúster Automotriz MAEN, muchas de las proveedoras mexicanas esperan una reducción de entre el 30 y 40% en su producción, lo que manifiesta, implica nuevos retos para modificar la infraestructura, el personal y los servicios que ofrecen las empresas de este ramo:
“Son las complicaciones más drásticas que nos obligarán a adaptarnos, reconvertirnos y reestructurar nuestra visión de negocio (…) Retomar un nivel de producción como el de antes de la pandemia podría tomarnos incluso más de dos años”, señala el especialista.
Pérez Cerros añade que aún pasando por el periodo de recuperación que muchos han estimado, nada garantiza que el rendimiento del sector vuelva a ser igual. En este sentido, precisa que la industria de las autopartes puede enfrentarse a una evolución más acelerada hacia nuevas tendencias de movilidad, como lo son los vehículos eléctricos, híbridos y autónomos:
“Algunas personas dentro del sector han estimado que para recuperar lo que normalmente se manejaba antes tendrían que pasar hasta dos años. Sin embargo dentro de ese tiempo la pregunta que deberemos de hacernos es si seguiremos operando igual, pues las nuevas tendencias que ya se avecinaban pueden llegar de manera más acelerada”, indica.
“La diversificación es más urgente que nunca”
Para el presidente del clúster automotriz de Aguascalientes, la pandemia ha obligado a que las empresas mexicanas que forman parte de la cadena de proveeduría tengan que buscar nuevas líneas de negocio, pues resalta que “la pandemia ha mostrado lo vulnerable que es una industria que veíamos monstruosa”.
De ahí, subraya la relevancia de seguir con la estrategia planteada al inicio de la administración estatal actual sobre que Aguascalientes y el resto de la región Bajío se orienten a nuevos sectores para preservar el desarrollo económico y la generación de empleos:
“Si bien es cierto que el sector automotriz te da estabilidad y tiene volúmenes de producción altos, este tipo de situaciones nos muestran lo urgente que es diversificar. Hay que seguir apostando por nuestra reconversión como empresas para adaptarnos no sólo a los efectos de la crisis, sino también a la evolución que se viene; ser de mente abierta y mantenernos innovando, sobre todo en los mercados emergentes”, comenta.
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