En un proyecto conjunto entre la Universidad Panamericana (UP) campus Bonaterra, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Universidad del Salento (Italia), el profesor aguascalentense, Ricardo Macías Quijas está desarrollando una nariz electrónica que permitirá la detección de ambientes peligrosos y hostiles para el ser humano.
Mediante la simulación del sentido del olfato, ésta nariz artificial será incorporada en robots de rescate para salvaguardar a las personas que estén en zonas de desastres. El proyecto desarrollará también una lengua electrónica capaz de detectar sabores para otras aplicaciones.
El profesor de la UP y director de posgrados en la institución trabaja en este proyecto junto con el Doctor de la Universidad del Salento, Aimé Lay-Ekuakille, y la estudiante de Ciencias de Materiales y Física del MIT, Autumn Geil. Macías Quijas ha trabajado en proyectos de desarrollo de redes de transporte y circuitos de alta velocidad para sistemas de telecomunicaciones de fibra óptica.
Tecnología hidrocálida en aumento
Aguascalientes sigue creciendo como una fabricante de tecnología de primer nivel, con lo que se ha posicionado en el Top 5 de las entidades más innovadoras del país.
La Universidad Panamericana campus Bonaterra ha sido una de las principales generadoras de talento tecnológico en el estado. Además de la nariz y lengua electrónicas, ha desarrollado recientemente grandes proyectos de innovación.
Tan sólo hace unas semanas, un grupo de estudiantes aguascalentenses, en conjunto con alumnos de la UP Ciudad de México, viajaron a Boston para comenzar a fabricar un satélite de aplicación en conjunto con el MIT.
Asimismo, alumnos de la facultad de Ingeniería de la institución obtuvieron el tercer lugar en el concurso de la Sociedad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, con un proyecto que integra una impresora 3D a un dron, y facilita aplicaciones para la industria productiva y el sector de la salud.
Este tipo de iniciativas son tan sólo una muestra del desempeño que ha tenido Aguascalientes en los últimos años en el sector tecnológico, una oportunidad que podría ser clave para revolucionar la industria local y pasar de la “manufactura” a la “mentefactura”.