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Pensar en la familia antes de endeudarse

A pocas semanas del denominado Buen Fin, el cual se realizará del 14 al 17 de noviembre, el delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), Juan Carlos Medina Mazzoco, mencionó a Líder Empresarial varios puntos a considerar, si se tiene planeado realizar alguna compra en estos días, en los que se ofrecen atractivos descuentos.

Resaltó que es muy importante que la gente tome conciencia si puede o no realizar alguna compra. Este programa ha sido una buena estrategia (impulsada por el sector empresarial y el federal) porque efectivamente la parte comercial sí genera buenos ahorros para el público, de tal manera que hasta existen algunas excepciones de impuestos, los cuales normalmente se cobran en otras épocas del año.  Sin embargo, lo importante sobre estos días es que la gente debe tomar conciencia de que si no tiene el dinero para comprar algún artículo no debe adquirirlo, aunque su precio sea muy bajo.

“Si yo no tengo mi dinero presupuestado para gastarlo, no lo debo de hacer, entonces aconsejo dos cosas: primero, que hagamos un presupuesto real de lo que podemos gastar en el Buen Fin, yo te puedo decir que no voy a poder gastar nada, por poner un ejemplo, y me voy a tener que aguantar aunque vea ofertas sensacionales. No debemos cometer la imprudencia de descapitalizarnos solo por el hecho de hacerlo. Segundo, si ya tengo un presupuesto del que sí puedo disponer sin afectar mi economía, tengo que empezar a dar la vuelta por las tiendas desde antes, porque la parte comercial que PROFECO te diría y es importante buscar, es que tenemos que hacer compras inteligentes, así podremos comprobar si cuando llega el Buen Finuna oferta es verdadera y no un engaño de que una semana antes suban el precio para luego bajarlo en esos días”, apunta.

Cabe señalar que una vez definida la compra como ahorro real, viene la parte financiera: no se debe olvidar que los bancos participan de manera activa en el Buen Fin, con condiciones que no ofrecen en otras épocas del año. Por esta razón, hay que decidir con qué tarjeta se pagará lo adquirido. Puede ser que Bancomer, Banamex, Banorte, HSBC, Santander, entre otros, tengan ofertas diferentes; por ejemplo, alguno da más meses sin intereses que otro por el mismo precio del producto, por lo que no solo hay que ver el precio de los artículos, sino también el gasto real del financiamiento como parte de la decisión de compra.

“Yo te diría que son tres consejos primordiales a seguir: primero, saber cuánto dinero real tenemos para gastar; segundo, verificar si es un oferta real; y tercero, seleccionar el mejor financiamiento.  Con esto realmente sí voy a estar haciendo una compra inteligente que va a ser un bien para mi familia y no un gasto o endeudamiento posterior”, añade.

De acuerdo al delegado de la CONDUSEF, en los dos primeros años se percibió que la gente utiliza este fin de semana para topar sus tarjetas, luego viene diciembre y vuelve a llegar a su límite. Esto quiere decir que no se utilizó el Buen Fin para ahorrar, si no para gastar.

Una buena recomendación es hacer en esta fecha las compras navideñas para tener ahorros verdaderos; en diciembre los productos son más caros. Como ejemplo, nos señala que si una pantalla plana cuesta diez mil pesos ahora, en el Buen Fin valdrá seis mil y en navidad costará doce mil.

“Si no se hacen compras inteligentes, el buen fin será solo para sobreendeudarse. La costumbre que teníamos de salir de las deudas con el aguinaldo no se cumplió en el 2 por ciento de los casos en el 2013, es decir, hay diez mil aguascalentenses que no salieron de sus deudas como lo venían haciendo en años anteriores, eso ya es preocupante. Quiere decir que la gente gastó sin presupuestar, sin planear y además, se endeudó”, afirma.

Si se trae  una deuda a cuestas no es recomendable hacer compras en el Buen Fin, de esa manera se cuida el patrimonio de la familia. Es recomendable no desviar el dinero de la educación de los hijos, gastos de alimentación o salud, por adquirir algo que no se puede pagar realmente. Es muy diferente desear que necesitar.

“No hay que olvidar que una mala costumbre de los mexicanos, que incluso se han hecho varios estudios y está comprobado, es que el 30 por ciento gasta más de lo que recibe. Si no pago bien mis deudas solo me voy a cerrar mis futuros créditos por seis años, esto es muy delicado, hay que tomarlo muy en cuenta y hay que pensar primero en la familia”, finaliza.

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