Hasta la década de 1970, la migración mexicana al país vecino del norte tenía su origen en unas cuantas entidades del Centro-Occidente y Norte de México. La preeminencia de estos estados quedó delineada desde mucho antes: primero, en el Programa Bracero (1942-1964); se mantuvo durante el periodo conocido como la fase de los indocumentados (1964-1986) y se afianzó con el programa de legalización de la Ley para la Reforma y el Control de la Inmigración (IRCA por sus siglas en inglés) de 1987 —al verse beneficiado con ella más de medio millón de migrantes nativos de nuestras entidades—.
La migración hacia Norteamérica inicialmente fue predominantemente masculina y rural. Con el tiempo, se han agregado mujeres y población urbana para consistir en ocupación mayoritariamente dedicada al comercio y los servicios (56.6%).
A diferencia de la concepción tradicional, cuatro de cada diez mexicanas ocupadas en EUA laboran en servicios educativos, de salud, culturales, recreativos y de asistencia social.
La región tradicional destaca por ser el origen principal de la corriente migratoria mexicana a los Estados Unidos. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), se conforma por nueve entidades del Centro-Occidente que han establecido vínculos históricos con algunos estados estadounidenses mediante la continua e ininterrumpida migración de sus habitantes. Todas estas entidades presentan una larga tradición migratoria a los Estados Unidos:
- Aguascalientes
- Colima
- Durango
- Guanajuato
- Jalisco
- Michoacán
- Nayarit
- San Luis Potosí
- Zacatecas
Te puede interesar…
Remesas, sustento de nuestro país
Las remesas familiares son recursos que los migrantes mexicanos envían principalmente desde los Estados Unidos. Se estima que 1.7 millones de familias reciben este tipo de ingresos.
Según el Banco de México, se han recibido, entre enero y septiembre de este año, 37 mil 334 millones de dólares (mdd) en remesas. Los montos de la divisa se incrementaron en 23% en el primer semestre de 2021, con relación al mismo periodo del 2020. En cambio, el Banco Mundial está esperando una reducción del 14% de las remesas durante el resto del 2021.
La Región Centro Bajío Occidente (RCBO) —Jalisco, Guanajuato, Querétaro, San Luís Potosí, Aguascalientes y Zacatecas— representa la mayoría de la zona tradicional de la migración internacional mexicana.
En general, abarcan tanto rieleros, jornaleros y trabajadores de la industria manufacturera y de la construcción, así como sus hijos o nietos norte-americanizados (dreamers), hasta la migración más reciente propiciada para cubrir faltantes en los oficios y servicios más diversos. También cabe destacar a aquellos que estudian en el extranjero y se han insertado al mercado laboral allende las fronteras (ofreciendo servicios profesionales y técnicos).
La intensidad migratoria de la RCBO es tal que, contando con el 18% de la población nacional, participa con el 29% de las remesas enviadas por los migrantes mexicanos a sus familiares. Esto representa un per cápita anual por más de 509 dólares contra los 322 dólares anuales de los mexicanos en general (entre 1 y 1.40 diarios por persona).
2021, ¿pico de recepción de remesas?
Durante el primer semestre de este año, la entidad que más ha incrementado sus remesas en el país, con relación al año 2020, ha sido Tabasco (con 69%).
De la RCBO, los estados con mayores incrementos han sido Jalisco y Zacatecas (con 23%); luego Aguascalientes y Querétaro (con 21% y 20% respectivamente). Guanajuato y San Luís Potosí acusan menor aumento en el monto de las remesas de los seis primeros meses respecto al año anterior (con el 13% adicional).
El per cápita en dólares es 58% mayor en la región RCBO que en el resto del país. Durante este año, en Aguascalientes de julio a septiembre se han recibido más de dos millones de dólares diarios. Esto representa uno de los pilares económicos más importantes de la entidad, particularmente en municipios como Calvillo y Rincón de Romos. Para decenas de miles de familias locales es el más importante (sino el único).
