Aguascalientes, cuenta con un rezago social menor que la gran mayoría de los estados, pero al interior de los municipios, presenta enormes diferencias. Por ejemplo, entre El Llano y el municipio de la capital, hay hasta 600 lugares de diferencia en la escala nacional.
Prevenir el rezago social, permite establecer bases homogéneas para el desarrollo, reduciendo las asimetrías desde lo fundamental. Es por eso que los indicadores manejados por instituciones oficiales o centros de investigación, juegan un rol esencial en los mecanismos de prevención, transparencia, rendición de cuentas.
Existen los indicadores de carácter conglomerado como el índice de rezago social, que mide un parámetro que se requiere conocer y se auxilia de componentes que, lo integran y dan cuenta de las vulnerabilidades y carencias de los grupos sociales evaluados.
Por ejemplo: en educación avanzamos a un ritmo de un año más de escolaridad cada diez años. Así, entre una demarcación con 14 años de escolaridad y otra con sólo cuatro, no solamente hay diez años de diferencia, también se presenta un siglo de distancia entre los dos mundos, mismos que difícilmente se verán como pares.
La eficiencia terminal de la instrucción secundaria en Aguascalientes y la región han venido a la baja al grado de encontrarse por debajo del promedio nacional. Tenemos en el vecindario regional miles de adolescentes que han abandonado sus estudios y representan un grave problema de prevención de conductas de riesgo.
Por otra parte, los hábitos de consumo de alcohol y alimentos chatarra, no ayudan a la prevención de enfermedades y pérdida de vidas, lo que incrementa anualmente los años de vida potencialmente perdidos (AVPP).
Aguascalientes cuenta con 8 mil 870 puntos oficiales de venta y consumo de alcohol, por otros tantos entre establecimientos de conveniencia y abarrotes que, en sus diversas modalidades también lo expenden. Tenemos uno de los primeros lugares en enfermedades y eventos lamentables derivados de hábitos de consumo imprudentes.
Además, somos la entidad que más horas a la semana trabaja por un salario inferior al de la media nacional, teniendo un bajo bienestar auto-reportado en satisfacción con la vida social y familiar por carecer de las condiciones adecuadas para ello.
Finalmente, ayudaría mucho a la prevención de nuestros males, lograr un mejor balance vida-trabajo, que permita tener una vida laboral más compatible con la convivencia familiar.
Cada vez son más las organizaciones, los observatorios y representaciones académicas, que trabajan en el diseño, promoción, evaluación e implementación de propuestas y proyectos de políticas públicas, actuando de la mano del sector público. El aporte de los indicadores es clave para conocer las condiciones en las que se encuentran nuestro estado, particularmente en el contexto de otros de condiciones semejantes, lo que permite hacer un análisis en los que las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas se hacen presentes de manera más determinante.