El 8 de agosto entramos en “déficit ecológico”. Han transcurrido apenas ocho meses de 2016 y ya gastamos el presupuesto ecológico del año.
Hoy consumimos más de lo que el planeta es capaz de regenerar, y la huella ecológica es tan grande que según datos de la Global Footprint Network (GFN), la humanidad necesitaría 1,6 planetas para satisfacer su demanda de recursos naturales.
La causa principal, el dióxido de carbono. La cantidad de CO2 que emitimos a la atmósfera es más de lo que los océanos y bosques pueden absorber, sumado a esto, agotamos las pesquerías y talamos los bosques más rápido de lo que se pueden regenerar y mantener.
Si la población mundial crece, el consumo también lo hace y a su vez los residuos contaminantes –sobre todo las emisiones de carbono-.
El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra es la fecha que marca el punto de inflexión entre lo que consumimos y lo que es capaz de regenerar el Planeta cada año, pero a diferencia de los días conmemorativos, este puede adelantarse o atrasarse (aunque es poco probable) en el calendario, por desgracia éste se ha ido adelantando desde finales de septiembre en el 2000 al 8 de agosto en este año.
Los más deudores.
Si hablamos de un déficit ecológico nacional, nos referimos a que una determinada nación está importando biocapacidad a través del comercio, liquidando de los activos ecológicos nacionales o emitiendo residuos de dióxido de carbono a la atmósfera.
La organización internacional Global Footprint Network, que mide la oferta y la demanda de los recursos naturales y los servicios ecológicos usados por la humanidad muestra los países que más daño ocasionan.
¿Cuántos planetas necesitaríamos para satisfacer la demanda de recursos si la población mundial consumiera como…?
- Australia: 5.4
- Estados Unidos: 4.8
- Suiza, Corea del Sur o Rusia: 3.3
- Francia: 3
- China: 2
- Y ¿México?: 1.7
Actualmente el promedio marca que se necesitan 1.6 planetas más para compensar el gasto de recursos en el mundo.
De acuerdo con el Responsable del Programa de Clima y Energía de WWF en España, si queremos cumplir los objetivos establecidos por el Acuerdo de París, la huella de carbono tendrá que reducirse hasta cero en 2050.
La buena noticia, es posible lograrlo con la tecnología actual, los beneficios a largo plazo serán mayores que los costos, se potenciarán sectores emergentes como las energías renovables, y lo más importante, se reducirán los riesgos y costes asociados con el impacto del cambio climático.