Icono del sitio Líder Empresarial

¿Por qué México debe voltear a Alemania?

El contexto económico internacional luce complejo. Tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial han recortado las expectativas de crecimiento de la riqueza del mundo para 2019 y 2020, producto de la desaceleración que atraviesa el orbe.

A lo anterior, se le suman las pugnas comerciales y arancelarias entre China y Estados Unidos; aunado a las políticas proteccionistas emprendidas por diversos líderes mundiales, principalmente por Donald Trump, cuya Administración se ha caracterizado por ser volátil en sus reacciones y difícil de anticipar.

Ante este escenario, voces del sector público y privado han incidido en la idea de que México debe diversificar sus mercados y no depender tanto de la nación norteamericana, su principal socio comercial (es responsable del 50% de la IED captada en el país entre 1980 y 2018; además de ser el destino del 80% de las exportaciones mexicanas, según la Secretaría de Economía).

Por ello, ante la búsqueda de aliados que puedan mitigar la dependencia del mercado norteamericano, Alemania se erige como un socio estratégico ya consolidado que lo pueda ayudar, en primer lugar,  a pluralizar su comercio; y en segundo, a transitar hacia la digitalización de la industria.

Un amigo fundamental

Alemania es el tercer socio comercial a nivel mundial más importante para México. En 2018, el intercambio comercial entre ambas naciones superó el umbral de los 23 mil millones de dólares, cifra impulsada principalmente por la industria automotriz.

La Secretaría de Economía (SE) contabiliza más de 2 mil 100 empresas de capital germano registradas en suelo azteca. La Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (CAMEXA) estima que, históricamente, las inversiones de compañías germanas en el país alcanzan una cifra superior a los 35 mil millones de dólares.

“Desde hace mucho tiempo, México se ha convertido en un socio completamente estratégico para Alemania. Particularmente el Bajío -que ha crecido muchísimo en los últimos treinta años-, se ha vuelto tremendamente importante para la industria alemana en el país”, dice Stefan Deuster, presidente de CAMEXA.

Firmas como BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen, Continental o Bosch han decidido instalarse en la región. De acuerdo con Andreas Müller, director general adjunto de CAMEXA, esto se debe a que las empresas teutonas ven al Bajío como un hub logístico con una posición geográfica muy ideal.

“Además, el Bajío cuenta con una estructura similar a la alemana. Nuestro país no tiene algo parecido similar a la Ciudad de México, una metrópoli así de grande, con esas dimensiones; más bien tenemos centros medianos y pequeños, que es donde se concentra nuestra industria. Esta semejanza hace que las empresas alemanas se hallen en un ambiente cómodo”.

Tránsito hacia la industria 4.0 

Tanto Deuster como Müller coinciden en señalar que estos vínculos industriales se prestan para que Alemania, pionero en la implementación de la industria 4.0, ayude a las empresas mexicanas en la adopción de las nuevas tecnologías digitales enfocadas en la automatización de los procesos productivos.

“La inserción en la industria 4.0 es una necesidad esencial, no es cuestión de querer o no querer. Alemania, como país tecnológicamente vanguardista, juegan un papel importante en esta nueva era, y la idea es tener un intercambio con la industria mexicana para que pueda sumarse e integrarse a las cadenas de suministro”, menciona Deuster.

Entre estos intercambios, destaca  el programa Fit for Partnership with Germany, ofrecido por la SE y el Ministerio Federal de Economía y Energía de la República Federal de Alemania (BMWII), a través de la Agencia de Cooperación Técnica (GIZ, por sus siglas en alemán).

El objetivo del programa es «invitar a empresas mexicanas a conocer el mercado alemán y establecer relaciones de negocio y alianzas a largo plazo, así como la exploración de nuevos sectores de Manufactura, Automotriz, Alimentos, Salud, Industria 4.0, Energía, Manejo de residuos, Artesanías, Construcción, Logística y Servicios», según refiere la convocatoria de la SE.

Dennis Quennet, director del programa Ciudades, Transporte e Industria Sustentable de GIZ, asegura que los dos países están atravesando por una transformación industrial en la que hay mucha experiencia mutua por aprender: “En Alemania tenemos experiencia particularmente en hacer eficientes los procesos industriales, pero ese es un solo tema de la industria 4.0. La alianza entre ambas naciones es muy interesante”.

Integración de cadena de valor, clave

“Hay un gran potencial de cooperación. Alemania es un gran generador de tecnología; existe el know-how del proceso, que es algo que México adolece. Hay mucha producción de materia prima. Por ejemplo, es el primer exportador a nivel mundial de aguacate, pero se exporta directo, mientras el valor agregado se le da en otros lados, cuando lo ideal sería dárselo aquí”, comenta Andreas Müller.

Ese desafío es uno de los que limita la consolidación de otros sectores como el agroindustrial, el cual podría ser estratégico en la relación con Alemania y la Unión Europea si se logran sortear algunos obstáculos, refiere Müller: “Es el primer trabajo que se debe atender para lograr esa diversificación. Por ejemplo, en alimentos, para lograr mayores exportaciones, hay que integrar la producción para garantizar calidades, cantidades, estándares. Posteriormente, mejorar la cadena logística para llegar al anaquel en Europa. Pero esto nos conduce a un problema similar al de la gallina y el huevo: ¿qué es primero? Mientras no haya una producción integrada no habrá logística, pero mientras no haya logística tampoco habrá una producción integrada”.

Los representantes de CAMEXA mencionan que otros sectores en los que podría desarrollarse un vínculo aún más  importante entre germanos y mexicanos, además del agroindustrial, son el farmacéutico,  energético, aeroespacial, mecánico, y TIC, entre otros más.

Andreas Müller refiere que uno de los temas abordados recientemente en la Cámara, es la oportunidad de atraer más inversión alemana a territorio azteca -por lo menos en el desarrollo de productos agrícolas-, además de propiciar una transferencia tecnológica: “El mercado en México es muy grande. Con todas las redes del Tratado de Libre Comercio hacia otros países se abre una ventana muy grande en el tema de exportación”.

Mientras tanto, los representantes germanos sostienen que el viejo continente está a la expectativa de la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea.

Sin embargo, afirman que Alemania sigue creyendo en México. Muestra de ello es que una encuesta hecha por CAMEXA a mitad de año, reveló que alrededor de 70% de las empresas germanas preveían mantener o expandir sus inversiones en el país.

“México está intentando diversificarse, el propio país lo ha reconocido. En ese sentido, considero que pueden ser optimistas, y no sólo desde el punto de vista del fortalecimiento de las relaciones con Alemania, sino con la Unión Europea en su conjunto. México es el país con más acuerdos de libre comercio. El marco ahí está, quizá lo que se necesita en algunos puntos es llenarlo con vida comercialmente, y entonces naturalmente se van a lograr los resultados”, enuncia Dennis Quennet.

¿Qué podemos esperar si todos estos esfuerzos fructifican?”, pregunta Líder Empresarial a Stefan Deuster. Tras segundos de reflexión, responde: “México puede estar en los próximos treinta años, con sus 130 millones de habitantes y con una asentada base tecnológica (derivada de la digitalización de la industria), entre las cinco economías más importantes del mundo. No lo digo porque yo esté en el país, sino porque ése sería el paso lógico”, finaliza.  

Salir de la versión móvil