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¿Por qué será esencial la elección de un colegio para tu hijo después del COVID-19?

Aunque en México aún no ha quedado claro cómo funcionará esta “Nueva Normalidad” en cuanto a la actividad educativa, naciones como China y algunos países europeos han financiado e implementado restricciones muy específicas que evitan que las escuelas sean un potencial riesgo de contagio. De lo que ellos están haciendo ahora, nosotros podemos pronosticar que muchas de estas medidas deberían ser utilizadas en nuestro país.

Sin embargo, desde una perspectiva franca y no fatalista, creemos que pocas de estas medidas podrían ser viables en el sistema público, por lo que el modelo de educación privada podría ganar terreno ante la “Nueva Normalidad”. 

Luego de 30 días sin registrar nuevos contagios, las escuelas de China han hecho arreglos integrales para minimizar la posibilidad de contagios entre sus estudiantes. Antes de ingresar a las instalaciones, los alumnos desinfectan sus zapatos, son rociados con líquido sanitizante, tiran los cubrebocas, se le toma la temperatura y se otorgan guantes así como una nueva mascarilla o careta acrílica, mismos que deberán usar durante toda la jornada. Si el alumno no pasa la prueba de sanidad, es puesto en cuarentena de inmediato. 

De igual manera, las aulas han sido acondicionadas para promover el distanciamiento social. En todos los escritorios se han instalado mamparas acrílicas, sólo puede haber un estudiante en por cada mesa de trabajo y antes de sentarse deben desinfectar dicho espacio. Una profesora de Xinjiang afirmó –para la agencia de noticias Xinhua– que las aulas son desinfectadas entre tres y seis veces al día.  

En Francia se han implementado sistemas de educación rotativo que sólo se permiten que haya 15 alumnos por aula. Asimismo las instituciones han invertido para que cada alumno cuente con sus materiales (colores, lápices, libros, etc.) para evitar el riesgo que supone compartirlos.

En Suiza los colegios han instalado lavamanos cerca de cada aula y al igual que en Francia, las asistencia de los alumnos es limitada, un máximo 3 veces a la semana. Los que no asisten de manera presencial, siguen la clase de manera virtual. 

De esta manera, el sistema de educación privada puede destinar sus recursos para la implementación de estas medidas. Generalmente la educación pública concentra un gran número de estudiantes en espacios pequeños, pero los colegios podrían acondicionar diferentes espacios que resguardan la sana distancia. Asimismo la iniciativa privada –de ordinario– cuenta con un soporte técnico que facilita la educación a distancia, misma que ayuda para alternar la asistencia de los alumnos. 

Luego de la emergencia por COVID-19, la educación en México deberá ser uno de los sectores con mayor transformación para asegurar el estado de los alumnos, maestros y profesionales. Esto equivale a una inversión significativa en equipo de protección, insumos de sanitización y protocolos de seguridad. Pero tristemente, nuestro sistema de educación pública apenas subsiste con los recursos que el gobierno destina. 

Aunque es patente la incertidumbre sobre la reactivación académica en las diferentes entidades de la República, aún queda la duda si las instituciones educativas están preparadas para afrontar la crisis

Ante esta situación, los padres de familia deben de procurar elegir aquellas escuelas que estén acondicionadas con las diferentes herramientas digitales que permitan una adaptación efectiva a la educación remota. De igual manera, deberían preferir aquellas que cuenten con modelos educativos flexibles y no escatimen en las medidas de seguridad necesarias para mitigar el contagio de COVID-19.

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