México es un país sísmico, debido a que en cualquier momento se puede presentar este fenómeno natural en el territorio. La capital potosina ya se contempla como zona sísmica e, inclusive, es considerada como tal en el Atlas de Riesgo, según reveló el titular de la Unidad de Protección Civil Municipal, Adrián Álvarez Botello.
El funcionario señaló que la mayoría de los temblores suelen ser de poca o nula percepción por ser de baja intensidad. Además de que el Servicio Sismológico Nacional (SSN) clasifica ya a SLP como zona B, es decir, que es proclive a que se registren sismos de este tipo.
Según las estadísticas, en el estado cada año se presentan entre 1 y 4 sismos, de entre 4 y 5 grados Righter y algunos más de magnitud inferior que no son percibidos por la población. Además de que se tiene registro de los mismos dentro del territorio potosino desde 1850.
Más sobre San Luis Potosí:
El SSN describe que la escala de magnitud se obtiene de forma numérica a partir de registros obtenidos por sismógrafos y está relacionada con el tamaño y la energía liberada durante un temblor. La escala de intensidad se asigna en función a los daños o efectos causados al hombre y sus construcciones.
Ante esta situación las autoridades recalcaron que lo más relevante es tener conocimiento de la actividad sísmica y que dicho nombramiento del estado como zona sísmica solo es una actualización, más esto no significa un aumento del fenómeno.
¿Se pueden predecir los sismos?
El SSN también establece que hasta hoy, no existe una técnica que permita predecir los sismos. Ni los países como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada, han sido capaces de desarrollar una técnica predictiva de temblores.
Dado que vivimos en un país con gran actividad sísmica la única certeza que tenemos es que tiembla constantemente y que debemos estar preparados. Ante cualquier evento sísmico lo único que nos puede ayudar es la prevención.
En San Luis Potosí esta nueva clasificación obligará al gobierno estatal a que se destine mayor cantidad de recursos reservados para esta materia, de tal forma que se tengan recursos preservados en caso de que se presente un movimiento encima del nivel esperado que pudiera afectar la infraestructura y a la población en general.