“El talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.”
Michael Jordan
El trabajo en equipo es una de las formas más eficientes y productivas de colaboración en las empresas; sin embargo, no siempre resulta de esta manera. En las organizaciones, se debe asegurar que esta poderosa herramienta pueda utilizarse de forma óptima. Por esto, a continuación menciono algunos de los problemas que pueden llegar a afectarla.
1. Necesidades personales contrapunteadas. Existen fallas cuando sus integrantes tienen una agenda personal distinta a la del grupo. Para resolver esto, es importante preguntar a los colaboradores qué es lo que esperan. El líder debe asegurarse de que los objetivos en común no se contrapongan con los individuales.
2. Metas no claras. No se obtendrán buenos resultados, si no se sabe de forma clara lo que se espera. Es importante definir las metas y resultados a alcanzar. La correcta construcción de conjuntos de trabajo requiere de una perfecta alineación de objetivos y resultados esperados.
3. Roles confusos. También es necesario definir los roles de cada uno de los miembros. Clarificar esta información es igual de importante que tener una finalidad clara.
4. Conflictos en la personalidad. Para un buen funcionamiento del equipo es relevante averiguar qué esperan los integrantes, cómo actúan en forma individual y grupal, y en qué se diferencia cada uno. Quien dirige debe decidir si puede aprovechar las diferencias en beneficio del conjunto o si substituye a algún elemento.
5. Visión errónea. Esta falla es comúnmente del líder, quien carece de aptitudes para generar el impulso necesario para alcanzar los fines planteados. En estos casos, las alternativas viables son solucionar el problema en grupo o cambiar al dirigente.
6. Falta o nula cultura de trabajo en equipo. En varias empresas o instituciones (por lo general, en el sector público), no se está preparado para laborar de esta forma. Así es que se debe impulsar la generación de una cultura de trabajo en equipo para poder alcanzar los objetivos propuestos en esos entornos. Esto implica un cambio de filosofía organizacional.
7. Información insuficiente. Esto sucede cuando el equipo no recibe la información adecuada para realizar sus actividades, las cuales no están siendo evaluadas. En este caso, el responsable de la compañía debe asegurarse de que el líder recibe el apoyo e información suficiente para realizar los fines planteados.
8. Las metas grupales no son acordes a las de la organización. Para que el grupo funcione de forma motivada y efectiva, es necesario que las metas grupales estén alineadas a las de la organización. Si esto no es así y los miembros no perciben la importancia de lo que hacen para la empresa, no sabrán cuál es su relevancia.
El buen desempeño de un equipo requiere de una adecuada conformación: además de determinar un correcto liderazgo, se debe apoyar y evaluar los avances periódicamente, con lo cual se producirán resultados excepcionales.
Fuente: Ology Coaching
