Con información: www.mejortrato.com.mx
Redactora y editora de contenidos: Melisa Murialdo
«Hecha la ley, hecha la trampa» dice la frase favorita de estos individuos que con buena base de conocimientos informáticos generales pueden ingresar a cualquier sistema y sacar provecho.
Los ciberdelincuentes ofrecen ofertas atractivas con un anticipo aparte, piden transferencias bancarias a cuentas personales a través de la venta de artículos que son en su mayoría costosos, invitan por mensajes instantáneos a ingresar a los servicios de la banca en línea solicitando descargar e instalar aplicaciones -o por medio del nombre de usuario y contraseñas en páginas web apócrifas-.
Existen cuatro tipos de fraudes cibernéticos:
- Compra de artículos online. Además de la piratería encontramos estados irreales de los productos, los cuales no cumplen con las características con las que son ofertados. Se omite información de contacto. Las víctimas no pueden reclamar ni reciben respuestas.
- Pharming. Sitios maliciosos rondando por la web. Una vez que la víctima ingresa, se produce la descarga de un software que roba información sensible como contraseñas o datos bancarios.
- Phishing. Se hacen pasar por una empresa de confianza, luego piden datos personales o financieros. Este tipo de fraude se produce mediante correo electrónico, redes sociales o incluso llamadas.
- Carding. Es el uso ilegal de las tarjetas de créditos, el delincuente realiza la estafa por llamadas telefónicas o email, así consigue los datos de la tarjeta de la víctima y realiza compras reiteradas veces.
El cyberfraude en tiempos del COVID
Una de las razones principales que ocasionaron el alza de fraudes electrónicos es la situación emergente del COVID-19 (que no trajo solamente problemas y preocupaciones respecto a la salud). Con el aumento de compras, ventas, transacciones, depósitos y del tráfico cibernético en sí, las estafas crecieron notablemente.
Los fraudes de identidad por email y los robos de datos han sido algunos de los crímenes más reportados en la región durante la pandemia de coronavirus. Aun así, presentan un alto riesgo no sólo para los clientes de comercios
electrónicos, sino también para entidades y empresas financieras.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) informó que el número total de reclamaciones por delitos como robo o suplantación de identidad fueron de 16.306. Asimismo, los bancos como BBVA, Santander, HSBC tuvieron cada uno más de tres mil reclamos y quejas en el año 2020 según el organismo defensor de los usuarios de servicios financieros.
Los tipos de fraudes electrónicos más comunes durante la emergencia sanitaria fueron:
- Suplantación de identidad de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ofrecer información sobre las vacunas contra la COVID-19.
- Sitios que hacen fraude mediante la venta de productos como geles desinfectantes para manos, tapabocas u otros productos solicitados.
- Suplantación de identidad de entidades gubernamentales para solicitar donativos.
- Ofertas fraudulentas de bancos, casas de bolsa o inversiones diseñadas para robar información bancaria.
- Solicitud de donativos para falsos hospitales u organizaciones.
En caso de ser víctima de un delito cibernético, se debe considerar lo siguiente:
- Debes reportar el perfil en la red social.
- Realiza capturas de pantalla y copia las direcciones electrónicas de las páginas web; guarda mensajes, correos electrónicos, fotos y conversaciones, y todo lo que se crea conveniente como para tener un respaldo digital.
- Si eres padre o madre o tienes un menor de edad a cargo, fomenta a resolver el problema y a prevenir en el futuro.
- Llama al 088 para realizar la denuncia ante el Ministerio Público, guiado por la guardia Nacional. Agenda el número de folio de atención para realizar el seguimiento.
Podríamos decir que el mundo de la tecnología siempre tendrá su punto débil, ya que grandes potencias mundiales han sufrido de estos ataques y hasta el día de hoy no tienen culpables. No obstante, ante el marcado y constante avance de los delitos y estafas en internet, la importancia de prevenir en épocas de Coronavirus no se limita sólo al área de la salud.